miércoles, 28 de julio de 2021

Dios nos quiere a todos en su Iglesia

Dios nos quiere a todos en su Iglesia 

Por un instante te abandoné, pero con gran cariño te reuniré. Isaías
Así habla el Padre Dios, al pueblo judío en el exilio por medio del profeta Isaías; pero la Palabra de Dios es eterna, no se agota, asi nos habla a nosotros los cristianos, dispersados, separados y hasta enfrentados muchas veces
Dios es cierto no quiere la división, Dios no quiso que los que formamos parte de La Iglesia de su Hijo, nos separasemos, fue el pecado el que nos dividió, Dios lo permitió en su plan de Salvación
Y, Dios nos reunirá de nuevo en La Iglesia de su Hijo, en el momento que él tiene previsto, lo hará porque nos ama, nos quiere unidos
Lo hará porque es Unidad en la diversidad
Lo hará porque es la petición incesante de su Hijo y de su Esposa que es La Iglesia
Lo hará pero debemos seguir orando

Fidelidad y testimonio


La fidelidad y el testimonio del Evangelio debe unir a los cristianos, que se encuentran separados en diferentes confesiones, en un mundo que siente la tensión entre una creciente «solidaridad global» y el «repliegue en el individualismo», aseguró Benedicto XVI en un encuentro ecuménico en Nueva York.

Como el Papa Benedicto XVI nos recordaba en ese momento, los cristianos todos, tenemos que dar testimonio del Evangelio, viviendo sus enseñanzas, plásmandolo en la vida, en medio de un mundo que no lo conoce, asi estaremos caminando hacia La Plena Unidad en La Iglesia de Cristo

miércoles, 21 de julio de 2021

Cicatrizar

 

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: 

Sabemos bien que no somos nosotros los que vamos a cicatrizar las heridas de la división y a restablecer la unidad; somos simples instrumentos que Dios puede utilizar; la unidad entre los cristianos será don de Dios, en su tiempo de gracia. Tendamos humildemente hacia ese día, creciendo en el amor, el perdón y la confianza recíprocos" (Encuentro ecuménico de oración, 9 de junio de 1991, n. 6: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 19 de julio de 1991, p. 8)
Estas palabras del Papa Juan Pablo II, dejan varias cosas claras
Primera para los cristianos católicos. El Ecumenismo, la búsqueda de La Unidad entre todos los que confesamos a Jesús como el Verbo encarnado en María Virgen, muerto en la Cruz y resucitado para nuestra salvación... es una obligación, el cristiano que no es ecuménico es un mal cristiano, él que se opone peor
Segunda la Unidad plena llegará pero en el momento y del modo que Dios quiera, no, nosotros, no podemos hacer amaños teológicos
Tercero. La Unidad será en la Verdad que es Cristo, o no será

Dios nos ha restablecido en su amistad


Dios nos ha restablecido en su amistad por la muerte de Cristo.
Todos nosotros éramos rebeldes y enemigos de Dios, no podíamos por iniciativa propia volver a su amistad, nadie puede salvarse por iniciativa propia.
Dios en su infinito Amor se compadeció de nosotros, nos restauró en su Amistad, nos hizo hijos en su Hijo, y, lo hizo todo por medio de Cristo su Hijo Amado
Y, Jesús murió por todos y cada uno, y, para que no anduviesemos como ovejas sin pastor nos dejo La Iglesia que es su Cuerpo, nos hizo parte de su Cuerpo de su Iglesia, por eso, no, nos quiere dispersos en mil Iglesias o Comunidades, porque eso es tener el cuerpo dislocado, y, La Biblia dice que no le dislocaran ni un hueso, nosotros lo hemos hecho, pero el sigue acompañando nuestra oración al Padre, ora con nosotros para que Dios nos reuna a todos en La Iglesia que él Fundo

miércoles, 7 de julio de 2021

Dios quiere La Unidad de sus hijos

 

Dios quiere La Unidad de sus hijos
“Os iré reuniendo a uno de cada ciudad, a dos de cada tribu, y os traeré a Sion”. Así hablaba Dios por Ezequiel al pueblo de Israel, Dios les prometió reunirlos. Y, la Palabra de Dios es eterna, es viva, es eficaz, cumple lo que promete, si Dios prometió reunir a su Pueblo lo cumplirá, los cristianos todos, todos los que confesamos a Jesús como el Cristo, Hijo de Dios encarnado en María Virgen, muerto y resucitado para nuestra justificación; a todos nosotros dispersados en mil y una Iglesias, Comunidades; Dios nos tomará de cada ciudad, esa ciudad es la Iglesia o Comunidad en la que estemos y nos llevará a Sión, y, en Sión nos reunirá a todos. Y, Sión es La Iglesia de su Hijo, El Cuerpo de su Hijo, para que seamos Uno, como Ellos son Uno.
Y, Dios no miente
En otro lugar dice el profeta
“El que dispersó a Israel lo reunirá,lo guardará como un pastor a su rebaño”
Es cierto que Dios, no nos disperso, fuimos nosotros con nuestro pecado, nuestra soberbia, pero Dios lo permitió, cómo hizo antaño con el viejo Israel; pero siguió velando por cada uno, hizo nacer el deseo de La Unidad, los avances en el diálogo ecuménico en medio de un mundo secularizado no serían posibles sin el soplo de La Ruha divina sobre nosotros, sobre cada Iglesia, cada Comunidad; por eso sabemos y confiamos que llegará el día en que todos seamos Uno, como Las Tres Personas divinas son Un sólo Dios.

Durante tiempo aún hay algunos que siguen creyendose los elegidos, pero gracias a Dios ya son menos, los que ven al hermano cristiano de otra Iglesia, como hereje, cismatico, papista, etc
Que piensa que sólo en su Comunidad o Iglesia esta la Verdad absoluta, y que nada pueden aportarle los demás, o que nada bueno o verdadero tienen, los hay pero ya son pocos
Pero somos más los que nos vemos como lo que somos hermanos en Cristo; y, hermanos de Sangre, de la Sangre de Jesús y de los mártires a los que no se les pregunta de qué Iglesia son, sino que se les pregunta, si son de Cristo
Pero para llegar a esto, y, avanzar más, para que La Unidad sea posible, es preciso que dejemos cada uno que Dios cumpla lo que ha prometido por el profeta
“Y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo;arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”. Ez 36
Porque es el corazón de piedra él que nos enfrenta al hermano, y lo hace ver como extraño.
Sigamos caminando



No estamos solos


No estamos solos
No estamos solos aunque a veces nos lo parezca en el Camino de la búsqueda de La Unidad; sobre todo cuando uno escucha hablar algunos sacerdotes, o dirigentes religiosos que no distinguen una secta como los Testigos de Jehová, que no son cristianos aunque se lo llamen sino manipuladores de su Palabra, o los Adventistas del 7º día, empeñados en el Sábado, mucho menos los mormones, pero llamar secta a la Iglesia evangélica, o la luterana, demuestra ignorancia, y, por desgracia hay pocos pero los hay.
Como cristiana católica, ecumenista no puedo entender como a estas alturas, haya católicos que no se hayan enterado de los documentos de de La Iglesia de Roma sobre el ecumenismo, de la labor de los pontífices desde León XIII, pero más claramente desde Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco
Que ignoren los documentos del Vaticano II sobre el tema, que se pasen por el forro, la encíclica “Ut unum sint” de Juan Pablo II, Orientale lumen, los acuerdos sobre la doctrina de la Justificación con La Iglesia luterana
“Del Conflicto a la Comunión” etc.
Que ignoren hasta lo que dice el Catecismo de La Iglesia Católica
Pero a esas pequeñas trabas del Enemigo de los Cuernos, avanzamos empujados por La Ruha divina, no estamos solos
Y, no estamos solos porque Jesús ora con nosotros, vive en nosotros y somos parte de su Cuerpo, y, un día Dios nos reunirá en La Iglesia de su Hijo, para que seamos Uno, como ellos son Uno y el mundo crea en Jesús y pueda salvarse  y, Dios el Señor no nos abandonará jamás en la búsqueda de la unidad