Jesucristo murió para que nuestros pecados sean perdonados

Jesucristo murió para que nuestros pecados sean perdonados 

Jesús como nos recuerda La Escritura, es la Propiciación por nuestros pecados. Quien nos reconcilia en su carne con Dios

Y, es por ello también quien consigue para nosotros el perdón por el pecado de la división contra su Iglesia

Del pecado de la división todos en la medida que solo Dios conoce somos culpables, y, este pecado hiere directamente a Jesús, porque La Iglesia es su Esposa y es su Cuerpo, es más que la imagen de la túnica inconsutil, pues una túnica es algo externo, el cuerpo no

Jesús siente en sí mismo, en su Cuerpo mistico este desgarró, y, ora al Padre, presentandose como propiciación, para que ese pecado nos sea perdonado, para que seamos Uno, como ellos son El Uno eterno, el Único Dios, y así el mundo crea en su venida al mundo, y, sea salvado

Y, Dios escucha a su Amado, y, nos pone en marcha unos hacia otros, y, en el día en que él quiera, nos reunirá a todos en La Única Iglesia de su Hijo

No por nosotros por su Hijo, por Jesús.

Que murió y resucitó para que nuestros pecados fuesen perdonados.

No buscar más camino que Jesús

No buscar más camino que Jesús

Para ir a Dios sólo existe un Camino, Jesús, no tenemos que buscar otros caminos porque no existen, y si existen no llevan al Padre

Ir por el Camino que es Jesús es hacer lo que él hizo, dejarle hacer en nosotros es amar como el ama, hasta dar la vida

Es poner a Dios en primer lugar pero a su lado al hermano

No es facil porque pasa por la Cruz

Pero lleva a la Resurrección lleva al trono mismo de Dios

Seguir a Jesús

Seguir a Jesús para que el mundo crea

Los cristianos tenemos que seguir a Jesús, para que el mundo crea

Crea que vino al mundo, que está en el mundo, que es el Señor, El Juez y el Redentor lo acepte y sea salvado

Seguir a Jesús, es estar con él

Seguir a Jesús no es ir detrás de imágenes suyas

Es vivir como él vivió

Es decir poniendo el Amor al Padre, y, por el Padre a nosotros y a los hermanos por delante de todo

Es buscar, guardar y aceptar La Voluntad del Padre

Es hacer lo que Dios quiere, no hacer lo que prohibe aunque la ONU, La UE, o quien sea digan lo contrario

Es buscar la Unidad porque Jesús oró por ella, buscarla y vivirla

El Ev de Juan, nos cuenta como Juan, Andres, y creo que Jacobo, fueron como perrillos sin amo, detrás de Jesús, para ver, donde vivía, es decir que hacía, y se quedaron con él, todo el día, es decir hasta que “la noche del pecado de su cobardía”, los separó

Así tenemos que hacer los cristianos, y, hacerlo unidos y así el mundo creerá y será salvado

Porque Jesús vino a salvarlo, vino a salvarnos.

Jesús nos revela Quien es Dios

Jesús nos revela quien es Dios. Nos traduce su Nombre

En el AT. Dios revela su Nombre, a Moisés, “Yo soy”, “Él que es”, que los cristianos traducimos por Yhw, los católicos y por Jhw los demás cristianos

Jesús con su vida, con su palabra, con su ejemplo, nos traduce lo que significa este Nombre

Jesús que en el 4º Evangelio, se revela como, “Yo soy”, lo hace siempre para darnos seguridad, paz, para que sepamos que con él vencemos

Jesús nos revela que Dios nos ama, hasta el punto de darnos a su Hijo, nos revela que se queda con nosotros hasta el fin del mundo, es lo que significa, la palabra Enmanuel. “Dios con nosotros”

Con Jesús sabemos que Yhw, se traduce, Padre, Hermano, Señor, Amigo, Amor, Victoria si estamos a su lado, o nos dejamos encontrar, compañía, estará nuestro lado cuidándonos, pues también significa Pastor

Jesús traduce el Nombre Santo de Dios

No es sólo Él que es, es también Él que esta, y, como es Unidad nos quiere unidos.

Jesús pidió por los que creerán en él

Jesús pidió por los que creerán en él por la palabra de los apóstoles

El Ev según San Juan, pone en labios de Jesús, lo que que se ha llamado su oración sacerdotal

En ella Jesús ora al Padre, por nosotros, sus seguidores, los que somos sus seguidores por la predicación de los Apóstoles, de sus primeros seguidores

Jesús pide al Padre, que seamos Uno, como ellos son Uno, y la  razón es para que el mundo crea, en su Venida al mundo, y, sea salvado

Pero el mundo sigue sin creer en Jesús, porque los cristianos seguimos divididos, e incluso hay enfrentamientos dentro de las propias Iglesias y Comunidades, el diabolo, él que separa el diablo, nos quiere separados, porque no quiere el triunfo de Jesús, no quiere que el mundo se salve.

Pero Dios es más fuerte que el Diablo, y, el Apocalipsis, nos garantiza el triunfo del Cordero y de sus seguidores, en el Cielo esta La nueva Jerusalén, allí no hay división

Dios nos reunirá en su Iglesia, quiere que seamos Uno, como el Padre, el Hijo Jesús, y, el Espíritu divino, son Uno, pero quiere que  sigamos orando por la Unidad, y, que no la tumbemos con nuestros pecados  y fallos.

Jesús ora en nosotros y con nosotros. Su oración es infalible

Dios es nuestro garante.

Dios es nuestro garante y esta por encima de nuestra conciencia.

La Primera Carta de San Juan nos dice, que Dios es mayor que nuestra conciencia, 1 Jn 3, 20

Y en el Salmo 103, nos recuerda que Dios sabe de que “material” fuimos fabricados

Dios sabe, y, ve nuestros esfuerzos por lograr la Unidad, nuestros retrocesos por culpa nuestra, nuestros avances cuando somos dóciles a su Gracia, y, dejamos que La Ruha divina nos empuje, sabe también los motivos reales, que estuvieron detrás de las divisiones, sólo él puede juzgarlos

Nosotros a años vista podemos ser injustos y lo somos, nos ponemos solo desde el punto de vista de nuestra Iglesia, Comunidad, tal como la conocemos, y, como pensamos era en el momento de la ruptura, y, juzgamos al hermano a su Iglesia a su Comunidad con dureza, viendo no lo que es, lo que pensamos sabeer era entonces.

Olvidando que somos hermanos, que todos somos parte de La Única Iglesia de Cristo, que Jesús sólo fundo una Iglesia, y, que cada Iglesia, cada Comunidad cristiana, no es más que un pedazo de la verdadera Iglesia

Por eso pedimos perdón pues todos tenemos culpa en la división, oramos y luchamos juntos, esperamos que Dios por Jesús nos una a los cristianos en La Iglesia de su Hijo, que sólo fundo una Iglesia, así confesamos en El Credo.

A veces cometemos errores y fallos pero Dios es nuestro garante, y, está por encima de nuestra conciencia, y,, por encima de los que se opusieron y se oponen al diálogo y el camino ecuménico.

Amor efectivo antes que afectivo

Amor efectivo antes que afectivo

Recuerdo a mi párroco. D. Antonio Roura, a él debo el amor al ecumenismo y a la Escritura.

Solía decir que era preciso separar y dar más importancia al amor efectivo, él que se traduce en obras, que al afectivo. Muy bien si se podían dar los dos, pero cuando eso no fuera posible.

La forma del amor al prójimo debía de ser con hechos, y a Dios lo mismo

Y, esto tiene que ser también en el campo ecuménico

No reír las burlas hacia hermanos de otras Iglesias o Comunidades

Defenderlos si es prudente, a veces lo mejor será ignorar a quien los insulta, o incluso bloquearlo

Ayudarles si lo precisan, a lo mejor la ayuda a veces sólo será la oración, que es lo máximo

Pedirles ayuda

Buscar conocerlos

Y, lo mismo con los que pertenecen a nuestra propia Iglesia, y con la familia, los amigos

Los demás perciven nuestro cariño en nuestros gestos, en nuestras acciones hacia ellos, no ven nuestro “buen corazón”.

A todo el mundo le gusta sentirse querido, y, eso no se percive por besos, y frases bonitas, sino por hechos que no humillán, que levantan, que acompañan.

Se puede empezar a practicar con los de casa y los amigos

No burlarse

Estar dispuesto a ayudar

Saber perder

Tener tiempo para el otro

Pedir ayuda

Pedir al otro su tiempo

Reprender 

Aceptar ser reprendido

Agradecer

Preguntar si no gusta, lo que damos u ofrecemos

Respetar las opiones respetables

No imponerse

Parece fácil pero no lo es; y, es un ejercicio de amor