miércoles, 17 de noviembre de 2021

Ni castigar ni juzgar al hermano


Ni castigar ni juzgar al hermano eso corresponde a Dios
Ni castigar ni juzgar al hermano eso corresponde a Dios; a veces los cristianos somos muy dados, a analizar la conciencia de los demás cristianos, de ponernos de modelo, cuando solo hay 1 modelo, Jesús, juzgamos a los demás por lo que nosotros debemos hacer, debemos creer
Y, decidimos que el hermano que no es de mi Iglesia, Comunidad, es un hereje, un cismático, un papista, y,muchas veces vamos más allá y los castigamos
El castigo puede ser de muchas maneras, ofendiendo sus sentimientos religiosos, burlandonos de sus reformadores o lideres, marginandolos socialmente incluso en redes sociales; pretendiendo que se les saque tiempo en programas de tv. E incluso hubó épocas, en las que se les negaban derechos primordiales, a los que no eran del grupo que se suponía debían de ser, y, esto paso en más de un país
Pero no, no nos toca a nosotros juzgar al hermano, de otra Iglesia, de Otra Comunidad, en realidad todos somos de la misma, pues Jesús, sólo fundo una Iglesia, y, hemos sido los cristianos, los que por el pecado hemos hecho las divisiones.
A mí no me toca ver, para juzgar y condenar al otro hermano, con él que aún no estoy en plenitud, soy yo la que tengo que ver si en mi Iglesia, en mi Comunidad, en mi caso como cristiana católica, soy hereje, soy cismática, soy papista
Y, si alguno se pregunta, si un católico puede ser papista, pues sí, cuando en vez de someterse al Pontífice que el Espíritu ha puesto en el momento actúal, lo rechaza y se empeña como un necio, que su Papa, es el anterior, cuando el Papa es de La Iglesia no de menganito o fulanito
Menos puedo condenar al hermano, yo puedo disentir en aquello en lo que aún no estamos unidos, puedo mostrar mi desacuerdo con sus reformadores, pero en verdad y respeto, no  puedo por supuesto nunca pedir se le supriman derechos
Sí el hermano merece castigo, reprensión “paterna”, Dios que es Padre, ya lo hará
Lo  que si tenemos que hacer cada uno, es ver al otro hermano, para conocerlo, lo que exige antes conocer lo propio, la propia Iglesia, muchos no la conocen, y, luego conocer al hermano, sus origenes para dar gracias a Dios, por los Dones que le ha dado, y, aprovecharnos de ellos.

Os traeré hacia vuestra tierra


Os traere a vuestra tierra dice El Señor
“Os traere a vuestra tierra dice El Señor”; por medio de los profetas; Dios promete a Israel, que los devolverá a su tierra, Como sabemos todos los cristianos La Palabra de Dios, es viva, efícaz, La Biblia no es un montoncito de libros, con hechos del pasado, aunque los contenga, es Dios mismo, hablando aquí y ahora, de lo contrario, daría igual que leyesemos La Biblia o el Quijote
Y, es a nosotros hoy a quienes Dios nos dice
“Os traere a vuestra tierra dice” El Señor
Porque nosotros los cristianos somos Israel, somos los hijos del verdadero Israel
¿Y, a qué tierra nos va llevar?
A la nuestra, no se trata claro esta de una tierra física, sino de la tierra de La Unidad, Dios nos conducirá a la Unidad en Cristo, su Amado en su Iglesia, en La Iglesia fundada por Cristo, que es su Esposa y su Cuerpo, para que el mundo crea
A muchos puede surgirnos la pregunta. Cómo me va llevar a mí, si yo, ya estoy en esa “tierra”, será a los que no están
Y, eso es un error; porque es cierto que la Iglesia es Una, y, tiene ya el Don de La Unidad, pero yo como critiana no puedo estar segura, por eso debo orar, primero por mantener La Unidad con los hermanos en La Fe en mi Iglesia, y, para buscarla con los demás hermanos con los que aún no se ha llegado, para agradecer a Dios lo conseguido, y, para seguir orando y trabajando por La Unidad. Necesito examinar si soy en mi Iglesia causa de Unidad o división, si tengo jerarquía de valores, si hay cosas que he puesto en primer lugar que no deberían estarlo y a la inversa, si avanzo en el conocimiento del hermano, pero primero en mi propio conocimiento, el de mi Iglesia
Y, esto nadie lo puede hacer sin Dios, sin su Espíritu, porque uno puede pensar que esta en “su tierra”, La Iglesia fundada por Jesús, y, puede que tal vez de nombre lo esté, pero en realidad este muy lejos
Sigamos orando y caminando de Manos de Jesús, y, confiando en Dios, que cumplirá lo que ha dicho
“Os traere a vuestra tierra dice El Señor”
Y, seremos Uno en su Iglesia como El Padre, el Hijo, y, La Ruha divina, son Uno, para que el mundo crea y sea salvo

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Confianza, creed no temais


“Confianza: No temáis, creed” 
“Confianza: No temáis, creed”. Ev de Juan
En el Evangelio según San Juan, Jesús nos habla a todos los cristianos; y nos dice.
“Confianza: No temáis, creed”
En la busqueda de La Unidad de todos los que creemos en Jesús, nos pueden asaltar las dudas, el miedo; se oyen voces discordantes,  voces que exigen rupturas totales, voces que rechazan.
¿Estaremos haciendo lo correcto, será eso lo que Dios quiere, y, si  nos estamos poniendo en peligro?
Entonces Jesús desde el Evangelio de Juan, nos grita
“Confianza: No temáis, creed”
Confiad, la busqueda de La Unidad procede del Espíritu Santo, Espíritu de Unidad, Amor del Padre y del Hijo, son las divisiones el rechazo al otro, lo que procede del pecado; del que divide. Del Diabolo diablo-
Tened confianza, “Yo Jesús El Señor, oro con vosotros al Padre; no temais, creed que Dios lo puede todo, dejaos guíar por mi Espiritu Santo, teneis que ser Uno, como Nosotros, El Padre, Yo, y el Espíritu Santo, la Ruha divina, somos el Único Dios, no temaís, pero no olvideis que La Unidad, es Don, Don que mi Iglesia ya tiene, Don que teneis que pedir para vosotros, y no sigais los criterios del mundo, que no son los míos, orad, vivid el Evangelio, creed y esperad. Dios os quiere unidos.
Os lo repito
“Confianza: No temáis, creed”

Frente a las dificultades


"Frente a estas dificultades, en primer lugar, debemos recordarnos que la unidad de la Iglesia deriva de la perfecta unidad de la Trinidad. Benedicto XVI"
Frente a las dificultades en la vivencia y la búsqueda de La Unidad, el Papa Benedicto XVI, nos recuerda a todos no sólo a los cristiano católicos, que La Iglesia es Una, porque es imagen perfecta de La Trinidad. 
Tres Personas divinas, distintas que son sin embargo; el Único y Eterno Dios, nos está diciendo pues, dos cosas muy importantes, que Dios no quiere  en su Iglesia una unidad de uniforme, quiere Unidad en la diversidad. 
El Padre Dios no es Jesús, sin embargo en Jesús encontramos al Padre...
Unidad en el Amor las Personas divinas, están unidas por el Amor ese Amor que es el Espíritu Santo, y, que es la Tercera Persona, Él el Amor increado es quien habitando en La Iglesia la hace Una en la diversidad
Por ello todos los cristianos tenemos que orar, trabajar y luchar en unión de Jesús, todos juntos para lograr no La Unidad de La Iglesia que ya es Una, es La Esposa y Cuerpo de Cristo, tenemos que orar y pedir la Unidad de todos los que nos llamamos y somos cristianos, en La Iglesia, pero no que todos nos volvamos iguales, sino Unidad en la diversidad
Como decía San Agustín, en lo esencial Unidad, hay cosas que no son negociables, no se pueden juntar cosas heterogeneas, las Tres Personas de La Trinidad, son Dios, hay verdades reveladas de Fe y de moral en las que La Unidad ha de ser total, en lo demás respeto respeto a la diversidad, y, por encima de todo el Amor, es decir el Espíritu Santo, viviendo en todos, y, uniéndonos a todos a Cristo, como parte de su Cuerpo
En La Iglesia Católica, ya tenemos un pequeño camino andando, en La Iglesia que preside y gobierna Jesús, por su siervo el Papa, hay Unidad en la Diversidad, ahi tenemos Las distintas Iglesias Orientales de tan variados ritos, sin que ello rompa su Unidad, ni su Catolicismo, su Universalidad
Y dentro de cada una de estas Iglesias, dentro de La Iglesia, los cristianos católicos tenemos plena libertad para vivir la Fe, y, hacer  uso de los carismas que Dios nos dé, siempre que respetemos lo esencial de la Fe y la moral, y, nos mantegamos fieles al Vicario de Cristo, somos enteramente libres, estamos unidos en lo esencial, nos respetamos en la diversidad. Y, nos une el Amor increado
Y, todo eso, que sin duda se da también en otras Iglesias o Comunidades cristianas. 
Si seguimos orando, nos juntará a todos los que confesamos a Jesús como el Verbo de Dios que se encarnó en el útero santísimo de María La Virgen, nació, nos reveló al Padre, murió en Cruz por nuestra causa, resucito y se sentó al lado del Padre
Que Dios nos una para que el mundo crea.