miércoles, 29 de agosto de 2018

Saulo se convierte en Pablo

Saulo se convierte en Pablo

Saulo se convierte en Pablo, es el resumen de la segunda lectura, del Octavario 2017

Saulo era el judío creyente, fanático de su fe, más que de la gloria de Dios, al que con su violencia convertía en un dios

Saulo era el hombre que odiaba a los seguidores del Crucificado, no a Jesús, para él Jesús era un difunto

Saulo era el hombre dispuesto a hacer lo que fuera falta, por la gloria de la Fe judía, o judíos o muertos, no desdeñaba nada, encarcelar, llevar a la muerte a los que no renegasen o blasfemasen el nombre de Jesús

Este era Saulo, el fariseo, educado a los pies de Gamaliel

Pero Dios le salió al encuentro camino de Damasco, donde iba perpetrar sus crímenes

Jesús que es La Luz, le hablo desde La Luz, le hizo ver qué era a Él a Jesús a quien perseguía

El Viento del Espíritu La Ruha  hebrea, El Espíritu Santo, lo abatió en el suelo, le hizo ver que Jesús no era un simple hombre

El Padre cegó sus ojos, para darle una luz nueva

Y, así llevado de la mano, murió Saulo, murió el perseguidor, nació, resucito Pablo, el Apóstol incansable, él que lo dará todo por Cristo

Porque una conversión no es tal, sino hay nuevo nacimiento, si sigue siendo la persona la misma, será arrepentimiento, pero no conversión

Los cristianos todos, tenemos que dejarnos encontrar con Cristo, para dejar de ser “Saulos”, que quieren todos sean iguales, a él, para ser “Pablos”, que solo buscan la Gloria de Dios, y, cuya Gloria es el Crucificado.

sábado, 25 de agosto de 2018

Nada se oculta a los ojos de Dios

Nada se oculta a los ojos de Dios 

Salmo 19, 7-13, este fue el Salmo del 3º día del Octavario del año 2017.
Salmo 19, 7-13

Él sale de un extremo del cielo,
su órbita llega hasta el otro extremo,
y no hay nada que escape a su calor.
No hay acción que se oculte a los ojos de Dios

La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
El ser humano más torpe, sin ningún estudio sabe lo que debe hacer, y, encuentra paz en ello, Dios lo apoya, el sabio que niega la Ley de Dios esta errado y en oscuridad

Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos.
Son claros, lo que no significa fáciles, pero ahí está Él, para ayudar, ante la pregunta que debo hacer, los Mandamientos responden

 La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.

Sí porque proceden de La Justicia que es Él

 Son más atrayentes que el oro,
que el oro más fino;
más dulces que la miel,
más que el jugo del panal.
También a mí me instruyen:
observarlos es muy provechoso.

Y, no hacerlo camino al infierno
Pero ¿quién advierte sus propios errores?
Purifícame de las faltas ocultas
Nadie, por eso como el salmista nos ponemos en sus Manos, también por el pecado contra La Unidad














miércoles, 22 de agosto de 2018

mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz


El mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz.
 Este era el resumén del Salmo del 3º día del Octavario del año 2017
El Mandamiento del Señor es claro y, qué mandato es, pues que todos los que llevamos el apellido de cristianos, nos amemos unos a otros, como Jesús nos amó, dispuesto cada uno a dar la vida por  el otro, disculpandolo.
Siendo sinceros estamos muy lejos, nos insultamos, o simplemente no somos indiferentes, y, el Mandamiento es claro
"Amaos unos a otros, como Yo os he amado"
Y, para que no, queden dudas
"Nadie ama más, que quien da la vida por sus amigos"

La elección de David


La elección de David.
1 Samuel 16, 1. 6-7

“El Señor dijo a Samuel:
¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he rechazado para que no reine más sobre Israel? ¡Llena tu frasco de aceite y parte! Yo te envío a Jesé, el de Belén, porque he visto entre sus hijos al que quiero como rey".
Dios es quien elige a los dirigentes de su Pueblo, Dios envía a Samuel a ungir al nuevo Rey de Israel, a David
“Cuando ellos se presentaron, Samuel vio a Eliab y pensó: "Seguro que el Señor tiene ante él a su ungido". 
Pero el Señor dijo a Samuel: "No te fijes en su aspecto ni en lo elevado de su estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el corazón”
Samuel basándose en criterios humanos, pensaba que ya había encontrado al Elegido, pero Dios le hizo ver que no era así, para Dios no cuenta nuestro modo de calificar a las personas, por su estamento social, por sus títulos universitarios, por su belleza, Él ve lo más importante,  El Corazón
Del mismo modo, tampoco vale ante Él ser miembro de Grupos de oración, de Esta Iglesia,  de aquella cofradía, lo que cuenta ante Dios, es un corazón limpio, que se sabe necesitado constantemente de Redención, y, se apoya en su Hijo Jesús

viernes, 17 de agosto de 2018

Pues vosotros os fijáis en las apariencias, pero yo miro al corazón


"Pues vosotros os fijáis en las apariencias, pero yo miro al corazón" Libro de Samuel

Este versiculo o frase es el resumen de la  1ª Lectura del 3º día del Octavario del año 2017

Es lo que Dios dice a Samuel, quien no encuentra entre los hermanos de David, ninguno apto para ser el ungido del Señor, Samuel hubiera escogido a cualquiera de sus hermanos, pero Dios puso sus ojos, en el de peor apariencia física, de aspecto más débil, por eso le dijo al profeta.
"Pues vosotros os fijáis en las apariencias, pero yo miro al corazón"

Dios no es como nosotros que vemos lo que se ve, las actitudes externas, el conocimiento, la supuesta fe, Dios penetra dentro más allá de la médula, porque esta de modo especial ahí, y, Él ve el corazón de cada uno, ve las luchas, ve la fe, ve los verdaderos motivos

También en la búsqueda de La Unidad pasa igual, ve lo que hace cada Iglesia,  cada Comunidad, ve su dolor por la separación, ve su oración sincera,  pero también el rechazo al hermano, también la comedia y el teatro

y, con Dios no se juega


miércoles, 15 de agosto de 2018

sin criterios humanos

Sin criterios humanos 
2 Corintios, 5, 16

De ahí estaba tomado el lema para el 3º día del Octavario 2017

“Por eso nosotros, de ahora en adelante, ya no conocemos a nadie con criterios puramente humanos; y si conocimos a Cristo de esa manera, ya no lo conocemos más así.”

Es decir no juzgamos al otro, por lo que vemos con nuestros ojos, no somos como los que decían de Jesús. “¿No es el hijo de José?”; para no aceptar su Mensaje, al contrario somos como el centurión el gentil que viéndolo crucificado exclama, “Éste hombre es hijo de Dios”


Es decir lo confesamos por medio del Espíritu Santo, y, El Espíritu Santo, nos lleva también a ver en el otro que no comparte plenamente mi fe, o que incluso no la comparte en nada, al mismo Cristo

A nadie valoramos con criterios humanos


A nadie valoramos con criterios humanos

Este era el lema del tercer día del octavario del 2017, la frase esta sacada de La Segunda Carta de Pablo a los Corintios

y, es lo que deberíamos hacer los que nos llamamos cristianos, apellido aparte

¿Valorar con criterios humanos es tener en cuenta la clase social, la raza ?
No,eso es con criterios mezquino
La religión, La Iglesia, o Comunidad
Si, es o no practicante;  su formación

Valorar con los criterios de Jesús, es ver en el otro, al mismo Jesús, al mismo Dios, pues quien ve a Jesús, ve al Padre
Es ver en el otro, la imagen de Dios
A mi desde luego, me cuesta un montón, y, sin Jesús no puedo hacerlo
pero si soy suya, tengo que hacerlo, si somos suyos nuestros criterios tienen que ser los suyos

martes, 14 de agosto de 2018

Encuentro del santo padre Francisco con el papa ortodoxo Tawadros II( En su viaje a Egipto)






Discurso del papa Francisco
El Señor ha resucitado, verdaderamente ha resucitado. [Al Massih kam, bilhakika kam]
Santidad, querido Hermano:

Hace poco que ha concluido la gran Solemnidad de la Pascua, centro de la vida cristiana, que este año hemos tenido la gracia de celebrar en el mismo día. Así hemos proclamado al unísono el anuncio de la Resurrección, viviendo de nuevo, en un cierto sentido, la experiencia de los primeros discípulos, que en ese día «se llenaron de alegría al ver al Señor» (Jn 20,20). Esta alegría pascual se ha incrementado hoy por el don que se nos ha concedido de adorar juntos al Resucitado en la oración y de darnos nuevamente, en su nombre, el beso santo y el abrazo de paz.
Esto me llena de alegría: llegando aquí como peregrino, estaba seguro de recibir la bendición de un Hermano que me esperaba. Era grande el deseo de encontrarnos otra vez: mantengo muy vivo el recuerdo de la visita que Vuestra Santidad realizó a Roma, poco después de mi elección, el 10 de mayo de 2013, una fecha que se ha convertido felizmente en la oportunidad para celebrar cada año la Jornada de Amistad copto-católica.
Con la alegría de continuar fraternalmente nuestro camino ecuménico, deseo recordar ante todo ese momento crucial que supuso en las relaciones entre la sede de Pedro y la de Marcos la Declaración Común, firmada por nuestros Predecesores hace más de cuarenta años, el 10 de mayo de 1973.
En ese día, después de «siglos de una historia complicada», en los que «se han manifestado diferencias teológicas, fomentadas y acentuadas por factores de carácter no teológico» y por una creciente desconfianza en las relaciones, con la ayuda de Dios hemos llegado a reconocer juntos que Cristo es «Dios perfecto en su Divinidad y hombre perfecto en su humanidad» (Declaración Común firmada por el Santo Padre Pablo VI y por Su Santidad Amba Shenouda III, 10 mayo 1973).
Pero no menos importantes y actuales son las palabras que la precedían inmediatamente, con las que hemos reconocido a «Nuestro Señor y Dios y Salvador y Rey de todos nosotros, Jesucristo». Con estas expresiones la sede de Marcos y la de Pedro han proclamado la señoría de Jesús: juntos hemos confesado que pertenecemos a Jesús y que él es nuestro todo.
Aún más, hemos comprendido que, siendo suyos, no podemos seguir pensando en ir adelante cada uno por su camino, porque traicionaríamos su voluntad: que los suyos sean «todos […] uno […] para que el mundo crea» (Jn 17,21).
Delante del Señor, que quiere que seamos «perfectos en la unidad» (v. 23) no es posible escondernos más detrás de los pretextos de divergencias interpretativas ni tampoco detrás de siglos de historia y de tradiciones que nos han convertido en extraños. Como dijo aquí Su Santidad Juan Pablo II: «A este respecto no hay tiempo que perder. Nuestra comunión en el único Señor Jesucristo, en el único Espíritu Santo y en el único bautismo, ya representa una realidad profunda y fundamental» (Discurso durante el encuentro ecuménico, 25 febrero 2000).
En este sentido, no sólo existe un ecumenismo realizado con gestos, palabras y esfuerzo, sino también una comunión ya efectiva, que crece cada día en la relación viva con el Señor Jesús, se fundamenta en la fe profesada y se basa realmente en nuestro Bautismo, en el ser «criaturas nuevas» en él (cf. 2 Co 5,17): en definitiva, «un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo» (Ef 4,5).
De aquí tenemos que comenzar siempre, para apresurar el día tan esperado en el que estaremos en comunión plena y visible junto al altar del Señor.
En este camino apasionante, que –como la vida– no es siempre fácil ni lineal, pero que el Señor nos exhorta a seguir recorriendo, no estamos solos. Nos acompaña una multitud de Santos y Mártires que, ya plenamente unidos, nos animan a que seamos aquí en la tierra una imagen viviente de la «Jerusalén celeste» (Ga 4,26).
Entre ellos, seguro que los que hoy se alegran de manera especial de nuestro encuentro son los santos Pedro y Marcos. Es grande el vínculo que los une. Basta pensar en el hecho de que san Marcos puso en el centro de su Evangelio la profesión de fe de Pedro: «Tu eres el Cristo». Fue la respuesta a la pregunta, siempre actual, de Jesús: «Y vosotros,¿quién decís que soy?» (Mc 8,29).
También hoy hay mucha gente que no sabe dar una respuesta a esta pregunta; faltan incluso personas que la propongan y sobre todo quien ofrezca como respuesta la alegría de conocer a Jesús, la misma alegría con la que tenemos la gracia de confesarlo juntos. Estamos llamados a testimoniarlo juntos, a llevar al mundo nuestra fe, sobre todo, como es proprio de la fe: viviéndola, porque la presencia de Jesús se transmite con la vida y habla el lenguaje del amor gratuito y concreto.
Coptos ortodoxos y Católicos podemos hablar cada vez más esta lengua común de la caridad: antes de comenzar un proyecto para hacer el bien, sería hermoso preguntarnos si podemos hacerlo con nuestros hermanos y hermanas que comparten la fe en Jesús. Así, edificando la comunión con el testimonio vivido en lo concreto de la vida cotidiana, el Espíritu no dejará de abrir caminos providenciales e inimaginables de unidad.
Con este espíritu apostólico constructivo, Vuestra Santidad sigue brindando una atención genuina y fraterna a la Iglesia copta católica: una cercanía que agradezco tanto y que se ha concretado en la creación del Consejo Nacional de las Iglesias Cristianas, para que los creyentes en Jesús puedan actuar siempre más unidos, en beneficio de toda la sociedad egipcia.
Además, he apreciado mucho la generosa hospitalidad con la que acogió el XIII Encuentro de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y las Iglesias Ortodoxas Orientales, que tuvo lugar aquí el año pasado siguiendo vuestra invitación. Es un bonito signo que el encuentro siguiente se haya celebrado en Roma, como queriendo señalar una continuidad particular entre la sede de Marcos y la de Pedro.
En la Sagrada Escritura, Pedro corresponde en cierto modo al afecto de Marcos llamándolo «mi hijo» (1 P 5,13). Pero los vínculos fraternos del Evangelista y su actividad apostólica se extienden también a san Pablo el cual, antes de morir mártir en Roma, habla de lo útil que es Marcos para el ministerio (cf. 2 Tm 4,11) y lo menciona varias veces (cf. Flm 24; Col 4, 10).
Caridad fraterna y comunión de misión: estos son los mensajes que la Palabra divina y nuestros orígenes nos transmiten. Son las semillas evangélicas que con alegría seguimos cultivando y juntos, con la ayuda de Dios, procuramos que crezcan (cf. 1 Co 3,6-7).
Nuestro camino ecuménico crece de manera misteriosa y sin duda actual, gracias a un verdadero y propio ecumenismo de la sangre. San Juan escribe que Jesús vino «con agua y sangre» (1 Jn 5,6); quien cree en él, «vence al mundo» (1 Jn 5,5). Con agua y sangre: viviendo una vida nueva en nuestro mismo Bautismo, una vida de amor, siempre y por todos, también a costa de derramar la sangre.
Cuántos mártires en esta tierra, desde los primeros siglos del Cristianismo, han vivido la fe de manera heroica y hasta el final, prefiriendo derramar su sangre antes que renegar del Señor y ceder a las lisonjas del mal o a la tentación de responder al mal con el mal.
Así lo testimonia el venerable Martirologio de la Iglesia Copta. Aun recientemente, por desgracia, la sangre inocente de fieles indefensos ha sido derramada cruelmente: su sangre inocente nos une.
Querido Hermano, igual que la Jerusalén celeste es una, así también nuestro martirologio es uno, y vuestros sufrimientos son también nuestros sufrimientos. Fortalecidos por vuestro testimonio, esforcémonos en oponernos a la violencia predicando y sembrando el bien, haciendo crecer la concordia y manteniendo la unidad, rezando para que los muchos sacrificios abran el camino a un futuro de comunión plena entre nosotros y de paz para todos.
La maravillosa historia de santidad de esta tierra no se debe sólo al sacrificio de los mártires. Apenas terminadas las antiguas persecuciones, surgió una nueva forma de vida que, ofrecida al Señor, nada retenía para sí: en el desierto inició el monaquismo.
Así, a los grandes signos que Dios obró en el pasado en Egipto y en el Mar Rojo (cf. Sal 106,21-22), siguió el prodigio de una vida nueva, que hizo florecer de santidad el desierto. Con veneración por este patrimonio común, he venido como peregrino a esta tierra, donde el Señor mismo ama venir: aquí, glorioso, bajó al monte Sinaí (cf. Ex 24,16); aquí, humilde, encontró refugio cuando era niño (cf. Mt 2,14).
Santidad, querido Hermano: que el mismo Señor nos conceda hoy seguir caminando juntos, como peregrinos de comunión y anunciadores de paz. Que en este camino nos lleve de la mano Aquella que acompañó aquí a Jesús y que la gran tradición teológica egipcia ha aclamado desde la antigüedad como Theotokos, Madre de Dios.
En este título se unen admirablemente la humanidad y la divinidad, porque, en la Madre, Dios se hizo hombre para siempre. Que la Virgen Santa, que siempre nos conduce a Jesús, sinfonía perfecta de lo divino con lo humano, siga trayendo un poco de Cielo a nuestra tierra.

lunes, 13 de agosto de 2018

Caminar detrás de Jesús Mateo 16, 24-26


Caminar detrás de Jesús 

Mateo 16, 24-26

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. 
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. 
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
 Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles,  y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino".
Este era el trozo de Evangelio del 2º día de Oración Por La Unidad, del año 2017.
Jesús nos dice a sus discípulos que somos los cristianos, dejando a un lado el  apellido, que tenemos que ir detrás de él, es decir imitarlo, Él es el Camino, cargando cada uno con su Cruz, no la que cada uno se invente, también en el Camino de la búsqueda de La Unidad, hay cruces, atrancos, pasos atrás, rechazos, y, la cruz es seguir orando, seguir luchando, seguir actuando cada uno en su puesto
Muchos pierden hoy su vida, pero todos tenemos que perderla que gastarla por Jesús
Para que pueda pagarnos por nuestras obras, han de ser suyas, porque las nuestras ya nos lo dijo no valen nada sólo con Él
Por eso hemos de buscar la Unión de cada uno con Él, y, de todos con cada Uno, pero siempre en Él, Cabeza de La Iglesia







sábado, 11 de agosto de 2018

Él que entregue su vida por mi causa, ese la encontrará

El que entregue su vida por mi causa, ése la encontrará.  Este era el resumen del Evangelio del 2º día del Octavario del año 2017
"Él que entregue su vida por mi causa", entregar la vida por la causa de Jesús, por Jesús, no es sólo el martirio de sangre, es el hacer su voluntad en medio de un mundo que la rechaza

Es amar como Él ama

Es no tener acepción de personas, pero acudir primero al que lo necesita

Es querer como Él que todos seamos Uno, para que el mundo crea, y, sepa que Él vino a salvarlo

y, esa vida que se  entrega de ese modo, que se consume, Él nos la devuelve glorificada, y, restaurada.

jueves, 9 de agosto de 2018

Nosotros amamos porque Dios nos amó primero 1Juan 4, 19-21

1 Juan 4, 19-21, epístola del segundo día del Octavario del año 2017

“Nosotros amamos porque Dios nos amó primero.
 El que dice: "Amo a Dios", y no ama a su hermano, es un mentiroso.
¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve?
 Este es el mandamiento que hemos recibido de él: el que ama a Dios
debe amar también a su hermano”

Hasta los viejos catecismos nos martillearon, con el amor a Dios sobre todas las cosas, claro que Dios debe ser el primer objeto, pero a Dios no podemos amarlo directamente, tenemos que amarlo en sus imágenes que no son las de piedra o yeso, sino todos los seres humanos

Y, tenemos que amarlos, porque Dios nos ama a nosotros, porque Dios que es Amor vive y ama en nosotros

Porque Dios no espero a ver nuestra bondad, para amarnos, nos amó sabiendo como somos

Tenemos que dejar que Dios los amé por medio de nosotros

Y, ha de ser un amor efectivo antes que afectivo, y, ese amor exige ver lo que nos separa, y, lo que nos une, y, si lo que nos separa,  separa también de Dios luchar contra ello, pero nunca contra el hermano, si no separa, entonces aceptar la diversidad

miércoles, 8 de agosto de 2018

Amémonos, porque Dios nos amó primero


Amémonos, porque Dios nos amó primero, Resumen de la epístola del 2º día del octavario 2017

Sí, Dios nos amó antes de que nosotros lo amasemos, nos amó antes de nuestra existencia, y, ese Amor fue él que nos dio vida

Nos amó cuando éramos sus enemigos, y, vino en Persona, en La Persona de su Hijo a rescatarnos

Dios nos sigue amando, cuando estamos con Él, y, cuando nos escondemos porque como Adán nos vemos desnudos

Dios nos espera a que lo amemos para amarnos, nos ama gratuitamente

por eso, como hijos suyos, hemos de amarnos

no esperar que el otro esté en plena comunión conmigo, o yo con él,  por encima de dogmas nos une el ser hijos de Dios, reconocer a Jesús, como Señor y Salvador

Amarnos es ir buscar al oto

Amarnos es no rechazar al que te busca

Amarnos es orar juntas

Amarnos es alegrarnos y dolernos juntos

Eso es más importante que saber La Biblia al dedillo

Nos juzgaran de Amor no de conocimientos bíblicos.

Juzgame Señor. Salmo 26(25) 1-5

Juzgame Señor 

Salmo 26 (25), 1, 5 del Segundo día del Octavario del año 2017
Júzgame, Señor,

porque he procedido con integridad.
Yo he confiado en el Señor,
sin desviarme jamás.

No creo que lo podamos decir ningún cristiano, aunque en el terreno de la búsqueda de La Unidad, Dios sabe lo que hemos procurado hacer, lo que cada Iglesia hizo, y, hace  para curar las heridas del Cuerpo de Cristo
Examíname, Señor, y pruébame,
sondea hasta lo más íntimo de mi ser;
porque tu amor está siempre ante mis ojos,
y yo camino en tu verdad.

Las Iglesias cristianas caminamos en La Verdad, si caminamos en Jesús, si buscamos su Voluntad por encima de todo, y, esa Voluntad incluye “el que seamos Uno para que el mundo crea, pero no Uno a imagen del mundo, sino a imagen de La Trinidad Santa.



 No me reúno con la gente falsa
ni me doy con los hipócritas;
 odio la compañía de los malhechores
y no me uno a los malvados.

Quienes son los falsos, los que ponen sus apetencias, costumbres por encima del deseo y La Voluntad del Señor Jesús
Los que rechazan y llaman al hermano que no esta en total comunión hereje, papista, cismático
Los que se oponen a la búsqueda de La Unidad entre los cristianos
Pero también los que mercantilizan
Los que ocultan al otro lo que son, y, en lo que creen
Los que buscan una “unidad”, que guste al mundo, al estilo de las sociedades terrenas

Señor, muéstrame tus caminos





Este era el resumen del Salmo 25, el  2º día de la oración del año 2017

Los cristianos hacemos nuestros los Salmos, la plegaria del Viejo y siempre Nuevo Israel, como el salmista le pedimos a Dios que nos muestre sus caminos

Los caminos que conducen a Él, a quien confesamos Uno y, Trino

Una en diversidad, Diversidad en Undad

Porque no confesamos que El Padre sea el Hijo, el Hijo el Padre, o, El Espíritu Santo, sino que confesamos ser Personas distintas


Sin embargo lo que confesamos de Uno, lo confesamos del Otro, Como Dios confesamos al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo, y, no confesamos tres dioses, sino un Solo Dios

y, a imagen de este Dios hemos de ser los cristianos, Unidos en la Diversidad, diversidad con Unidad

por eso pedimos a Dios, que nos muestre los caminos

y, Dios nos muestra un solo camino su Hijo Jesús, Nuestro ´Dios es por Él por quien vamos al Padre, y, es por Él también por quien hemos de ir unos a otros.

Sólo el es Camino a Dios y al hermano.

lunes, 6 de agosto de 2018

Con qué me presentaré al Señor. Miqueas, 6. 6-8


Con qué me presentaré al Señor
Miqueas, 6. 6-8
Este era el texto de la primera lectura del octavario del año 2017, el texto es el siguiente
"¿Con qué me presentaré al Señor y me postraré ante el Dios de las alturas? 
¿Me presentaré a él con holocaustos, con terneros de un año?¿Aceptará el Señor miles de carneros, millares de torrentes de aceite? 
¿Ofreceré a mi primogénito por mi rebeldía, al fruto de mis entrañas por mi propio pecado?"
En los versículos primeros, el hombre, el profeta se pregunta como presentarse ante Dios como agradarle. En realidad nada tenemos para ofrecer a Dios, todo lo hemos recibido de su Mano. por eso Dios por el mismo profeta nos responde.
“Se te ha indicado, hombre, qué es lo bueno y qué exige de ti el Señor: nada más que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu Dios.”
Y, eso hoy para los cristianos es cumplir la voluntad de Dios manifestada en Jesús, seguirlo a Él haciendo su voluntad, y, porque Él lo quiere, orar juntos, y, juntos luchar por el bien, y, la justicia observando la Ley del Evangelio

viernes, 3 de agosto de 2018

Se te ha hecho conocer lo que está bien



Se te ha hecho conocer lo que está bien
Se te ha hecho conocer lo que está bien, este era el resumen de la primera lectura del 2º día del Octavario del año 2017.

Si lo tomamos dirigido a todos los que nos llamamos cristianos

Que se nos hizo conocer, por el mismo Jesús, que oro por nuestra Unidad, mejor dicho, que ora

Es que debemos luchar contra todo lo que nos separa, para ver si viene de Dios o es invento nuestro

Que hemos de potenciar, y, profundizar en todo lo que nos une, en todo lo que compartimos

Que hemos de orar juntos

Que por encima de todo, somos de Cristo

Que hemos de procurar conocer al otro

Que hemos de luchar contra el mal, en todas sus formas

Los cristianos tenemos que estar contra todo ataque a la vida, un cristiano que justifica el aborto, no es un cristiano, es un traidor satánico, lo mismo se diga de la eutanasia, y, la pena de muerte

Un cristiano que justifica dictaduras da igual derecha o izquierda,  lo mismo

Quien llama matrimonio a lo que no lo es, en el terreno civil que le llamen lo que quieran, pero como cristianos jamás

Quien confunde el respeto al homosexual,  con la bendición de las practicas de sexo entre personas del mismo sexo

El desprecio al inmigrante, al exiliado, sobre todo, si es de otra fe, de otro color

Contra todo eso, debemos luchar los cristianos, sin parar en el nombre que tengamos, nos basta el apellido

Sabemos lo que hemos de hacer

Hagámoslo pues, y, estaremos caminando hacia La Unidad





miércoles, 1 de agosto de 2018

Trabajar por el respeto entre todos los creyentes

Trabajar por el respeto entre todos los creyentes.

Los cristianos hemos de amar a todos los hombres, pues todos han sido redimidos por Jesús, hemos de defender en primer lugar a los más débiles, no podemos despreciar al inmigrante o exiliado, otra cosas son las medidas que por prudencia hayan de tomar los gobernantes

Tenemos que defender el derecho de todos a educar a sus hijos según sus convicciones, salvo claro esta si el padre es satanista, o algo parecido como partidario del terrorismo religioso

Hemos de respetar,  a los otros creyentes,  pero exigir respeto a nuestras creencias

si una chica musulmana, quiere llevar el chador esta en su pleno derecho, si una chica judía quiere llevar la  Estrella de David, o la cadenita con los nombres del Señor, o con los mandamientos,  lo mismo,  y, si la chica cristiana quiere llevar una cruz el mismo derecho

Del mismo modo,  muy bien que no se ofrezca cerdo a judíos ni musulmanes, pero del mismo modo, que no se ofrezca carne los viernes de cuaresma a los católicos,  o al menos se tengan platos que no contengan carne, para los que quieran observar la abstinencia

Si, se respeta el Ramadan,  debe respetarse La Navidad y, La Cuaresma, de lo contrario que el musulmán lo viva en privado

Y, un Primer Ministro, etc. de un país laico o aconfesional, no debe  felicitar una fiesta religiosa a un determinado sector de sus ciudadanos, ni aunque él sea de ese grupo religioso, mucho menos si es un ateo, salvo que felicite a todos los grupos.

De hacerlo demostrará lo que es, basura.

Abrirnos a los demás y romper las barreras que nos aíslan


Abrirnos a los demás  y romper las barreras que nos aíslan

Los cristianos, los que nos consideramos discípulos de Jesús, tenemos el deber de buscar La Unidad, de ir al encuentro del otro, y, de permitir que el otro venga a nuestro encuentro

No siempre será posible pertenecer a grupos ecuménicos,  pero si ser ecuménico, y, esto no es solo orar en la Semana de La Unidad

Es tratar de conocer al otro, a las otras Iglesias, Comunidades, leyendo y estudiando sobre ellos

Orando con ellos, y, por ellos

Yendo si es posible a sus celebraciones

Es reconocer lo que hizo y hace la propia Iglesia, Comunidad

Es ver sus programas de tv, y, si es posible inter actuar con ellos

Es felicitarlos cuando veamos su vivencia evangélica, y al  contrario reprenderlos

Es colaborar con ellos con todo lo bueno, como la defensa de la vida

Es preguntarnos en qué hemos pecado contra La Unidad
Es querer y hacer lo posible porque se cumpla el deseo de Jesús, de “que todos sean uno, para que el mundo crea”.