Atravesar Samaria, es ir al encuentro del hermano que no comparte la totalidad de la Fe, al hermano que incluso te rechaza, aunque no lo haga siempre expresamente
Pero también es ir al hermano, que si bien comparte la misma fe, se diferencia en su modo de vivirla, y, a veces hace de sus vivencias, su propio dogma
No es fácil, atravesar Samaria, no es fácil, porque los de un lado, y, los del otro, somos culpables de que la relación sea mala
Pero esa no es la pregunta que se me hace, se me pregunta, si atravieso, Samaria
Mi respuesta es que en ocasiones lo he intentado, pero me he encontrado, con un rechazo radical, rayano en la falta de educación, rechazo visceral por quienes se creían portadores, y, dueños de La Verdad, y, temían perderla, naturalmente, esto me detuvo, en ese caso, no puedo, ni pienso atravesarla
Pero hubo otros encuentros, en Facebook, en ETF; con hermanos no católicos, en donde he descubierto, que el Espíritu sopla donde quiere, como descubrió Jesús, y, estoy dispuesta a seguir intentando cruzar Samaria
Con los hermanos católicos, que se construyen sus propios dogmas, ahí a veces es más difícil
Lo que sí, he descubierto, es que Samaria se puede cruzar, es decir las diferencias no son insalvables, tal vez no podamos llegar a la unión, aquí, salvo ortodoxos, pero si al diálogo, y, la oración, somos hermanos, nos une más que nos separa, tenemos el mismo Padre, el mismo Hermano, y, nos alienta el mismo Espíritu, ahora de nuevo nos unen a los ortodoxos los mártires, si, Samaria se puede cruzar