La Comunión de La Iglesia

  

La comunión de la Iglesia es un don divino, un don de Dios, un regalo del Cielo, no es algo, que la Iglesia pueda concederse a sí misma

Ni que se logre por acuerdos, por firmas

Ni por estudios

Ni siquiera por la oración

Sólo puede venir de Dios

Porque no es sólo la unión de los hombres, a nivel externo,  sino que es una unión en la que Cielo, tierra, y, lugar de purificación, tienen los mismos bienes, uno participa de los bienes del otro; y, no queda ahí

Sino que une a los hombres con Jesús el Resucitado, haciendo que todos sean Uno, en Él

Por eso, sólo puede venir de Dios

En que consiste la Comunión en la Iglesia

En la Unión de todos sus miembros unos con otros, ya estén en la tierra, en el Cielo, o, en el Purgatorio, y, de todos, y cada uno con Cristo su Cabeza de Quien reciben todos los bienes

¿A qué nivel se realiza?

A dos niveles, por un lado, al nivel institucional, los cristianos católicos tenemos acceso a los Sacramentos, a la participación de La Misa, en la que se nos comunica La Gracia

A nivel espiritual, cada bautizado, participa de los bienes espirituales de los demás bautizados, puede rogar por los demás, siendo intercesor ante Cristo, y, con Él Co Mediador ante el Padre, y, esto no se corta por la muerte,  al contrario, se perfecciona, los del Purgatorio, felicitan y se alegran con los del Cielo, que son miembros suyos, y, ruegan por nosotros

Nosotros rogamos por los del Purgatorio, y, por nosotros, por los demás hombres, y, felicitamos a los del Cielo

Y, todo esto pasa por Cristo, y, procede de Él

¿Es algo ya dado, o, realidad en Camino?

Las dos cosas, es algo ya dado, porque somos Uno con Cristo, pero es realidad en camino

Por un lado, porque hemos roto ya no la Túnica de Jesús, hemos hecho lo que no se atrevieron sus asesinos, “no le romperéis un hueso”; nosotros lo hemos descoyuntado, hemos roto su cuerpo que es su Iglesia, haciendo un sinfín de Iglesitas, Comunidades etc.

Pero el Cuerpo de Cristo es glorioso, y, no puede ser roto, es decir aunque lo veamos descoyuntado es Uno, por ello La Iglesia es Una, y, a esa Iglesia Una, que subsiste en la Católica, es la realidad que está en Camino, que lograremos en la Parusía

¿En qué consiste la Comunión de la Iglesia?, ¿En qué nivel se realiza, es algo ya dado, o realidad en camino?

La Comunión de La Iglesia consiste en la Unidad que hay entre todos sus miembros, del Cielo, de la tierra, y, del purgatorio, sin diferencia de tiempo, ni espacio, siendo el nexo de unión el Verbo encarnado, es decir Jesús de Nazaret

Se realiza en varios niveles, salto el mero institucional, que es importante, pero menos

En primer lugar, está La Comunión del Hombre Jesús con Dios, en virtud de la unión hipostática, Jesús es Dios, desde su concepción, Dios, y hombre, autentico hombre, y, autentico Dios, sin mezcla de naturalezas, por ello Jesús hombre es  hijo natural de Dios, no adoptivo

En segundo lugar, está la unión de los  santos del Cielo, incluidos los ángeles, arcángeles, etc., y, en primer lugar Santa María, por haber guardado la Palabra, cumplido la voluntad de Dios, y, no por ser la madre física del Verbo encarnado, todos estos participan de los méritos de Jesús, y, por él, y, con él se acercan al Padre, a Dios, y, unos se alegran con el triunfo de los otros, es la Comunión de La Iglesia triunfante

Después esta la unión de los que están en el purgatorio, con Jesús, con Cristo, y, con los santos del Cielo

En tercer lugar

De los fieles de la tierra, con el Cielo, y, el purgatorio, y, entre sí

Si, la Comunión es algo dado, por ello, la Iglesia es Una, pero es al mismo tiempo, realidad en Camino, porque la Unidad en la tierra no es perfecta, el Cuerpo místico de Cristo está herido, por las divisiones de los cristianos

Pero está llamado a ser Uno, en la Parusía, en ese sentido, se puede decir, que es Don, y, realidad en camino

Sentir como propios los éxitos de nuestros hermanos

Sentir como propios los éxitos y fracasos de nuestros hermanos, porque son de todos, cuando ante la noticia positiva sobre una Iglesia, o Comunidad cristiana, por ejemplo su apostolado, su labor social, su firmeza ante el martirio
su petición de perdón por errores del pasado, su amor a la Escritura, etc. etc

A uno se le escapa, "Ah ya, pero es que son anglicanos, ortodoxos, católicos, bautistas, no me interesa", y, uno prefiere aunque no sean ciertas al cien por cien historias, o leyendas sobre los suyos, sobre su Comunidad, Su Iglesia, huyendo del Ecumenismo, esa persona, es cristiana si está bautizada, pero mal cristiano, un cristiano no mira su propia barriga, el cristiano mira a Cristo, y, Cristo esta crucificado y resucitado, crucificado, no se mira la tripita, mira lejos, mira a lo alto mira a Dios, y, mira al suelo a sus hermanos los hombres, y tiene los brazos abiertos, para que todos puedan ir, para hacer como había dicho Ezequiel, de los dos pueblos uno, uniéndonos por la Sangre de su Cruz, el Abrazo nos lo da al resucitar, y cuando resucita, se pone en medio, para unir, quien esta en el medio, une, a los que están a su lado, Jesús no es sólo el Mediador con el Padre, es también Mediador de unos con otros
por eso el cristiano, católico, anglicano, no puede mirarse la pancita, eso es propio dicho sea con todo respeto y cariño de Buda, la abstracción, el perderse en uno mismo, así se representa a Buda, no a Jesús
por eso los cristianos si de verdad queremos ser buenos cristianos tenemos que alegrarnos de los éxitos de nuestros hermanos, porque al fin y al cabo son miembros de Jesús, por lo tanto sus éxitos son los de Jesús, que lo que hace El Cuerpo, lo hace La Cabeza
y, claro que podemos y debemos alegrarnos de los propios, pero no más ni menos que de los de los hermanos, aunque lleven otro nombre, lo que cuenta es el apellido

Nuevo Corazón, se nos tiene que notar

El Nuevo corazón se tiene que ver en nuestro vivir ecuménico, si de verdad hemos recibido de Dios, el nuevo Corazón, él de su Hijo, se nos tiene que notar, en el trato con los demás, y sobre todo, con los hermanos, sin importar el nombre que tengan

No podemos verlos como extraños, como separados, no se trata de cerrar los ojos al mal, se trata de abrirlos al bien, de alegrarnos de los dones que Dios les ha dado, y de aprovecharnos, de ellos, de tomar sus dones, de aprender de ellos, y dejar que ellos tomen los nuestros, pero no “venderlos, ni forzarlos a tomarlos”

De aceptar ser enseñados, y compartir con ellos con respeto, lo que aún no compartimos, me refiero a verdades creídas por unos, pero no por todos los cristianos

No insultarnos, y, tiene que dolernos que un hermano, aunque no lleve el mismo nombre, sea  insultado, privado de sus derechos

Tenemos que amarnos, como, nos amó Jesús, así sabrá el mundo, que somos sus discípulos, y, puesto que le obedecemos, e imitamos sabrá que está vivo, porque nadie, imita, ni obedece a un muerto

No se trata del mandato de amar al prójimo como a uno mismo eso es el Antiguo Testamento, para los del Nuevo, los cristianos y exclusivo para la familia de Jesús, que somos nosotros está el Mandato Nuevo, “Amaos como Yo, os he amado” Jn 15, así hasta dar la vida, por el otro, si es preciso, así nos hemos de amar, católicos, anglicanos, luteranos, baptistas, ortodoxos, etc. No será difícil, si dejamos que el Padre, nos haga un trasplante de corazón, nos saque el nuestro de piedra, y, nos ponga el de carne de su Hijo

Precisamos un nuevo corazón

Precisamos un corazón nuevo, el prometido a Ezequiel

Un corazón de carne, que sangre, que sufra, que le duelan las divisiones en el Cuerpo de Cristo, Cuerpo del que forma parte; y, en realidad ese corazón ya lo tenemos, es el de Jesús, a un Cuerpo le basta con un corazón, si no es un monstruo, nuestros corazones tienen que fundirse en el suyo

Y, por ello Dios tiene que sacarnos el corazón de piedra, la piedra no funde, la piedra es piedra

El corazón de piedra, él que sólo se fija en los ritos, no en las personas, que valora más la exactitud de las palabras de un dogma, que la vivencia de amor que encierra

Él que ve en los otros en los que no son del mismo grupo, Iglesia, Comunidad enemigos

Él que le duelen las ofensas a los suyos, pero apoya, y, no le importaría participar en las hechas a los otros

Corazón de piedra, él que sólo se alegra de lo suyo, de lo que pasa en su Iglesia, Comunidad, grupo, pero siente indiferencia cuando no rabia, por “los éxitos de los otros”; como si no fuesen todos, del Espíritu, y si no son del, no valen, no son nada

Dice la leyenda, que a la mística Margarita de Alocoque; Jesús le saco el corazón, y le puso el suyo; eso es lo que precisamos los cristianos tener el corazón humano de Jesús, ese el corazón nuevo que hemos de pedir al Padre, así seremos uno, con un solo corazón, el suyo,  y, un corazón de carne, no de piedra como el nuestro, como los nuestros, católicos, luteranos, ortodoxos, etc. Etc.

Bienaventuranzas y Ecumenismo

Bienaventuranzas y ecumenismo

Felices los misericordioso, los que buscan la paz, los limpios de corazón, los perseguidos, qué relación tienen la Bienaventuranzas con la unidad 

Toda, o mucha 

Bienaventurados los pobres en el Espíritu.

Los que saben que sus Iglesias, Comunidades no lo tienen todo, que Dios ha dado otros dones a otros hermanos, y que no deben tener miedo a tomarlos, y, agradecerlos, pero también que los dones que les ha dado a ellos son para compartir con los demás hermanos 

Los mansos.  Los que exponen sus diferencias y lo que los une, sin forzar al otro, a aceptarlas 

Los que lloran, cuando ven sufrir a otros hermanos por la Fe, cuando ven  destruido el lugar de culto de otro hermano, cuando oyen  burlas, pero sobre todo, el que llora, cuando ve, que aún no podemos sentarnos a la misma Mesa 

Los que tienen hambre y sed de Justicia. Los que desean borrar el daño que mutuamente nos hemos hecho en el pasado, y desea que nunca un hermano maltrate a otro 

Los limpios de corazón. Los que no miran diciendo, esto no lo quiero, lo ha escrito un católico, lo ha escrito un protestante, si no que mira todo con los ojos de Jesús 

Los misericordiosos. El que no anda metido en lo que le hicieron en el pasado, en lo que hicieron a los suyos los de tal Iglesia, Comunidad y, esta abierto al perdón al dialogo, porque sabe que él también necesita ser perdonado 

Los pacíficos. Los que no van al otro con espada o pistola en mano, imponiendo incluso lo no impuesto 

Los perseguidos por la Justicia. Los que por buscar la Unidad  son despreciados perseguidos 

Los perseguidos por Jesús cristianos de todas las Iglesias en Oriente, gracias a los hermanos yihadistas que están  diciendo ya que todos somos Uno 

Tal vez seamos tan poco ecuménicos porque las Bienaventuranzas que desarrollan el Mandato Nuevo, están por estrenar 

Oración, Hemos olvidado

Señor

Hemos olvidado todo lo que Tú, nos has dado, el amor a La Escritura, el clero, La Tradición, el amor a María, la veneración a los santos; y nos hemos fijado sólo en lo que el otro hermano no tiene; o en lo que tiene, y nosotros no, por eso hemos visto

 La Unidad imposible, porque olvidamos, que debemos compartir, y, sobre todo, Señor, hemos olvidado tu Poder” amen

Qué escamas tienen que caer de nuestros ojos para buscar la unidad

Qué escamas tienen que caer de nuestros ojos para buscar la unidad

Muchas, la escama de creernos perfectos, única Iglesia, cuando somos parte por la Misericordia de Dios de La Única Iglesia de Cristo, que los católicos creemos subsiste en la Iglesia Católica romana, pero también está presente en las otras Iglesias y Comunidades, cristianas que de ella proceden, y que están unidas a Cristo la Cabeza

La escama de pensar que lo bueno es lo nuestro, lo que hemos conservado, y esto afecta a todos los cristianos sin importar el apellido

La escama de querer que los otros vuelvan, o encuentren

Cuando no se puede volver al pasado, y, cuando todos precisamos ser encontrados

La escama de poner La Biblia, las tradiciones, La Tradición, por encima de Cristo

La escama de no ver, agradecer y tomar los dones que Dios dio a los otros

La escama de verlos como herejes, papistas, cismáticos, separados, los otros en lugar de como miembros de Cristo, y, por lo tanto nuestros

La escama, de no aceptar los cambios que el Espíritu suscita en nuestras Iglesias Comunidades, queriendo estar anclados en el pasado

La escama de poner devociones costumbres piadosas por encima de la Palabra, de la búsqueda de la Unidad

La escama de no examinarnos como Iglesia, Comunidad, como miembros de esa Iglesia, Comunidad, y ver qué es lo que no pertenece a Cristo,

Saulo no perseguía a Jesús

Saulo no persiguió jamás a Jesús, si no a los cristianos, como eran parte de su Cuerpo, Jesús se quejó de ser perseguido

Saulo, no conoció personalmente a Jesús en su vida terrena, no formo parte de los fariseos que lo acosaban, no grito pidiendo su muerte, para Saulo, Jesús al que Esteban confesaba ver vivo, a la derecha de Dios, era un cadáver un difunto, y, Pablo no perseguía cadáveres

Pablo perseguía a los nazarenos, ese era el nombre de los cristianos entonces; lo mismo que lo sigue siendo hoy en Oriente medio; y, Pablo los perseguía porque eran uno herejes judíos, que decían que un  hombre muerto en el más infame de los patíbulos la cruz, un maldito, había resucitado, cómo si pudiese nadie resucitar antes del fin de los tiempos, y, no sólo decían que había resucitado, sino que Dios lo había glorificado, que  era igual a Dios, en suma que era Dios, que era, “Él que es”, y debía ser adorado

Por eso Pablo buen judío, fiel a la ley de Dios, los perseguía para acabar con ellos, o que volviesen a la pureza del judaísmo

Pero lo mismo que si a uno le hacen daño en los pies, o un brazo, no hablan los pies ni el brazo, así sucedió

Los cristianos, los nazarenos, no se quejaron, fue Jesús, de quien eran los pies, quien se quejó y dijo

“Por qué me persigues”

Cómo sólo Dios habita en La Luz, que es el mismo, Saulo pregunto, ¿Quién eres Señor?, porque él sólo perseguía simples hombres

Y, Jesús, no le dijo, “yo soy Jesús, cuyos seguidores tú persigues”; no le dijo, “Yo soy Jesús a quien tú persigues”; porque al perseguir al resto del Cuerpo, perseguía a la Cabeza, perseguía a Jesús

Y, ahora que los cristianos volvemos a estar perseguidos, sangrientamente en Oriente medio, en Egipto, Jesús, sigue diciendo a los perseguidores, por qué me persigues, y no mira si esa parte de su Cuerpo glorioso, era católico, ortodoxo, protestante, anglicano, sólo que son suyos, y, que Él es perseguido en ellos

Y, así, como cuando uno tiene una herida en un pie, o en un brazo, sus manos van a esa herida, aunque no esté en la mano, los cristianos todos, tenemos que sentir como propias las persecuciones a nuestros hermanos en Oriente, y, en cualquier parte, en que se produzcan, porque somos un solo Cuerpo, satanas lo sabe, por eso alienta a los perseguidores

Hemos pecado contra La Unidad

Hemos pecado contra la unidad

No me refiero a los que causaron las separaciones que sufrimos ahora, hace siglos

No me refiero a nosotros a nuestros padres, abuelos, maestros a cada uno, y ahora también

A los que llamaban al otro hereje, cismático, papista

Pero también

A los que hacían lo posible y lo imposible porque no se emitiese en la televisión, en la radio, un programa de otra Iglesia o comunidad

A los que impedían la venta de Biblias que no fuesen “la suya”

Los que impedían el levantamiento de templos de otros cristianos

Y, no acaba ahí

Los que ponen más hinco en procesiones que en hablar y preocuparse de que la gente se acerque al otro, por medio de los movimientos ecuménicos

Los que ponen el ecumenismo en 2º lugar

Cuando miramos al otro, como si no fuera hermano

Cuando hacemos proselitismo

Todos, todos hemos pecado, y, todos precisamos conversión

Dios no mira como nosotros, ve el corazón

Cuenta el primer libro de Samuel; que cuando, Samuel va por mandato de Dios, a buscar otro rey para Israel, al llegar a la casa de Obed, el padre del que sería el rey David; observa los hijos de Obed, los hermanos de David, y, le llaman la atención se fija en especial en uno, por su porte vigoroso, un buen rey, se dice Samuel

Pero Dios lo corrige, no quiere al muchacho como rey, su elegido es otro, y se lo aclara a Samuel, los seres humanos vemos la apariencia, Dios ve el corazón

por ello Samuel, tras preguntar si había algún muchacho más, espera, por David, y lo unge

Nosotros todos, vemos incluso respecto a nosotros mismos, a acciones del pasado, y hace media hora ya es pasado,  vemos la acción lo externo, eso si, en caso personal, sabemos disculparlo, en caso ajeno, agravarlo,  o minusvalorarlo, porque el hecho no tiene porque ser malo, puede ser una buena acción

Dios ve la lucha, para conseguir vencer la tentación, los esfuerzos para hacer el bien, conoce como somos al milimetro no en vano, nos hizo Él en el seno materno, y nos sostiene

por eso San Pablo, dice que ni así mismo se juzga

Quien recibe un regalo costoso, puede que lo valore, más que uno de menos valor monetario, pero si es persona inteligente, y conoce a quien se lo hace, sabrá si él que le hizo un regalo de menos valor pecuniario, tuvo más esfuerzo para ello

Pues con distancia infinita, con Dios pasa lo mismo
Aquella persona cometió un acto horrible un crimen tremendo, pero Dios sabe que se vio sola, que nadie la aconsejo, ni la ayudo, que lucho hasta el momento, hasta que se dejo vencer, y entoces Dios no la rechaza, va a buscarla, a sanar le las heridas

Por eso nos prohíbe juzgar

Implicación ecuménica de vivir para nosotros mismos

Que implicación ecuménica tiene; vivir para nosotros mismos

Depende de cómo se entienda “el vivir para nosotros mismos”, si  por nosotros entendemos, grupo o colectivo cerrado, ya sea católicos, para católicos, luteranos, para luteranos etc.

En donde nos cerremos a todo diálogo con los otros, en donde no queramos oir más que nuestra propia voz, y nos erijamos en modelo, o más que en modelo en maestros, eso sería la destrucción no sólo del ecumenismo, sino de la esencia misma del cristianismo, la Iglesia, Comunidad que obrase así, acabaría convertida en secta

Pero si lo tomamos, en el sentido de vivir unos para los otros, anglicanos, católicos, bautistas, luteranos, ortodoxos, etc, si tratamos de amarnos, de aprender unos de otros, de enseñarnos, de orar por  y con, de buscar por encima de todo, superar lo que nos separa, teniendo en cuenta y agradeciendo lo mucho que nos une

Entonces estaremos dando, si vamos de la Mano de Jesús, un gran paso, hacia La Unidad que es siempre Don de Dios