De dónde vengo

De donde vengo, de dónde venimos

Puede que a muchos  no les importen estas preguntas, a mí, si

Porque sólo tengo  3 salidas, dos estúpidas

Primera estúpida de la nada, de unas células que se unieron, dieron origen a mi cuerpo en el cuerpo de mi madre, y, la pura materia produjo el pensamiento y el sentimiento, vamos la materia que solo puede producir materia, produciendo espíritu, y, así hasta llegar al primer elemento que contuvo carbono, y, así, porque sí, y, luego para acabar en la nada, lo siento pero no trago estupideces, menos las creo

Segunda estupidez, vengo de otras vidas

Pues menos estúpido que lo anterior, pero lo sigue siendo, porque de ser así, tendría que recordarlas, ya que se supone  que uno se reencarna para purificarse del mal hecho, y, si no lo recuerdo no puedo hacerlo

Todos vemos mal,  o la mayoría que se encarcele a un enfermo de alzhéimer, por delitos de su juventud, pues no los recuerda

Y, se ve bien que una persona pague lo que hizo en otra vida

Y, queda la tercera, Creada por el Dios Amor, en colaboración con mis padres, puesta en el mundo para manifestar su Amor, y, al final volver a Él

Vengo de Dios, y, vuelvo  a Dios

No viváis más para vosotros mismos

“No viváis más para vosotros mismos”

Este era el lema del 2º día de oración del Octavario del año pasado, tomado de la primera carta de Pablo a los Corintios

Llevándola al terreno ecuménico, qué viene a decir

Vivir para uno mismo, o, para nosotros mismos, es vivir anclados en mirarse la propia panza, es ver lo buenos, y, guapos que somos, aunque nos reconozcamos como Iglesia, Comunidad, algún fallito, eso, nunca como los otros, otros que nos olvidamos son cristianos igual que nosotros, bañados en la Sangre de Cristo

Vivir para uno mismo o para nosotros mismos. Es rechazar conocer al otro, a los otros, porque en todo están errados

Vivir para uno mismo o para nosotros mismos. Es rechazar orar con los otros, si acaso podremos algún día pedir su conversión

Vivir para uno mismo o para nosotros mismos. Es rechazar escucharlos, aprender de ellos, leer sus libros. Porque lo nuestro nos sobra

Vivir para uno mismo o para nosotros mismos. Es llamarse católico y criticar a la Iglesia, al Papa por alentar el Ecumenismo, por reunirse con cristianos de otras Iglesias, o ser Pastor evangélico, y, negarse a orar, hablar compartir con otros cristianos, porque uno se cree la verdad

Vivir para uno mismo o para nosotros mismos. Es tener miedo a que nuestra Iglesia sea destruida por los otros, a hacer de nuestras devociones ídolos

Por eso, como decía Pablo a los corintios, debemos empezar a vivir para los otros, que es vivir para Jesús.

Cuando venga el Espíritu

Cuando venga El Espíritu 

Juan 15, 13- 17

"Cuando venga el Espíritu de La Verdad, os guiara hasta la verdad completa; pues no hablara por su cuenta, sino que hablara lo que oiga, y, os anunciara lo que ha de venir

Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío, y, os lo anunciara a vosotros

Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que recibirá de lo mío, y, os lo anunciara a vosotros

Dentro de poco ya no me veréis, dentro de otro poco, ya me volveréis a ver

Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí, ¿Qué es eso que nos dice:"Dentro de un poco  ya no me veréis, dentro de otro poco me volveréis a ver, y me voy al Padre?

El Espíritu de La Verdad, es El Espíritu Santo, que vino en Pentecostes, y, que sigue viniendo, y, su misión es llevar a La Iglesia hasta La Verdad completa, pero esa verdad completa nunca se podrá dar aquí, por lo tanto, El Espíritu Santo, guía  a la Iglesia a los cristianos hacia La Parusía, el encuentro final con Cristo, y, va actuando en la historia en cada momento, el anuncio de lo  que ha de venir no puede tomarse en sentido de conocimiento del futuro, sino que mueve actuar a La Iglesia en cada momento, de acuerdo a ese momento, y, siempre fiel a la verdad que es Cristo. Iglesia entendida por todos los cristianos, no, por el Papa solo

La gloria de Dios, dice San Irineo, es el hombre, por lo tanto, a Dios le alegra que el hombre conozca la verdad, El Espíritu Santo, al llevarnos a la Verdad, glorifica a Jesús en cuanto Dios, y, es Él mismo glorificado

No anuncia nada nuevo, todo esta en el Evangelio, en La Escritura, simplemente retira el velo

El Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios por eso los dones son comunes a los Tres, La Verdad del Padre es del Hijo, y, del Espíritu Santo.

los cristianos tenemos que pasar por crisis, hemos sufrido las divisiones, momentos en que parecía que Jesús había fracasado, pero Él nos anuncia su triunfo, sabemos que esta resucitado, y, que lo veremos glorioso. 

pero ya aquí nos deja ver momentos de triunfo, como cuando los que antes nos insultábamos, ahora nos reunimos para orar juntos

Jesús se fue al Padre, pero no olvidemos que el Padre, nuestro Padre mora en cada uno.  por eso Jesús vino a cada uno

Si tenemos la Trinidad en nosotros, cómo vamos a llamarnos hermanos separados, y, menos, herejes, cismaticos, papista.

Dar la vida por los amigos

Jesús en  La Última Cena, con los suyos, les dice, que "No hay mayor amor, que dar la vida por los amigos"

Pablo, dirá que el Amor de Dios a nosotros, se mostró en que siendo pecadores, Cristo murió por nosotros

y, si el pecado es la enemistad con Dios, el pecador, es enemigo de Dio

Pero Jesús que no miente, pues es La Verdad encarnada, dice que el mayor amor es dar la vida por los amigos, si considerase a los pecadores a nosotros enemigos, o bien no habría muerto por nosotros, vamos excepto su madre, por nadie, y, esto no es así, pues Pablo escribe habla bajo el Espíritu Santo, por lo tanto, las dos cosas con ciertas

El mayor Amor es dar la vida, la mayor muestra a un amigo, es dar la vida, por él, y, es cierto éramos pecadores, somos pecadores, pero Dios, el Dios Uno, y, Trino,  no se fija en nuestro pecado, si no en las heridas que este nos hizo, y, nos rescata del pecado y de nosotros mismos

muere por los pecadores, a los que toma por amigos, más aun toma por hermanos

uno podrá morir por alguien malo, pero al que ama,  pero nadie muere por aquel al que odia

Dios no, nos odia no puede, al ser Amor, además con no crearnos asunto resuelto, a Dios le abomina el pecado, como a la mamá el escorpión que sube por la zapatilla del pequeño, el escorpión no el pequeño

por eso Jesús murió por sus amigos, amigos y pecadores, porque él no espero a que fuésemos buenos para amarnos,nos amo antes, y, lo demostró

del mismo modo, los cristianos no tenemos que esperar a que La Unidad sea plena, para orar juntos, hacer bien, condenar el mal, amarnos y si es necesario, con Jesús dar la vida unos por otros, por ahora empezar a gastarla.

Tenemos Un Defensor.Jesús 1ª de Juan, 2, 1-2

Tenemos un Defensor Jesús 

1ª de Juan, 2, 1-2

Este texto corresponde a la tercera lectura que se proponía para, la primera jornada de oración por La Unidad, el año 2017

“Hijos míos, os escribo esto, para que  no pequéis; pero si alguno peca, tenemos ante el Padre, un Defensor, Jesucristo el Justo

Él es la propiciación por nuestros pecados, y, no sólo por los nuestros, sino por los de todo el mundo”

El Apóstol Juan, se dirige a unos cristianos, y, se dirige a todos, recordando que todo lo que ha comunicado de parte de Dios, en La Escritura, en las Cartas que se le atribuyen, pero no sólo en ellas, es para que no caigamos en el pecado, no es para comunicar conocimientos, sino para “que no pequemos”

Pero el Apóstol, con los pies en la tierra, da un paso más allá, y, dice, “pero si alguno peca”

Uno de los profetas de ahora, de los falsos, soltaría un montón de barbaridades, hablaría de terremotos, guerras, hambres, infiernos, demonios que de feos dan risa

Juan no, mejor dicho El Espíritu Santo, no, dice

Sí alguno peca, sabía que iba ser más de uno, se conocía, pues si eso pasa, no está todo perdido, tenemos a Jesucristo, el Justo, como defensor, Jesús nos defiende pues rogo perdón para nosotros en La Cruz, instituyo el perdón de los pecados al resucitar

En Él que es la propiciación por nuestros pecados, Dios nos perdona, si lo aceptamos

Y, para que  no se nos suban “las grandezas”; nos recuerda que Jesús es la propiciación por nuestros pecados, y, no sólo por los nuestros por los del mundo entero, si todo hombre es perdonado en Jesús, si lo busca, si se deja encontrar, si le pide perdón aunque sea a ciegas

Jesús es el Redentor, de todos, y, Él también es propiciación de nuestro pecado contra La Unidad

Jesucristo murió para que nuestros pecados sean perdonados

Jesucristo murió para que nuestros pecados sean perdonados

Como nos recuerda La Biblia, todos estábamos en enemistad con Dios, siguiendo nuestras propias pasiones, el propio Pueblo elegido era un pueblo infiel

Y, Dios envío a su Hijo al mundo

Lo envío no a imponerse, a ser un poderoso más

Lo envío,  hablarnos de su Amor, a enseñarnos el Camino a Casa, Camino que ya no reconocíamos

Lo mismo que el José del Antiguo Testamento, fue en busca de sus hermanos, el Verbo hecho hombre, Jesús, vino en busca de sus hermanos

Pero los seres humanos lo rechazamos, y, lo pusimos en La Cruz

Esto debiera haber bastado para que Dios aniquilase a la humanidad, pero en lugar de eso, Dios tomo esa muerte que Jesús, el Hombre Jesús acepto libremente, la tomo como un acto de obediencia, como así fue, pero en Jesús nos perdonó, nos reconcilio consigo, nos hizo sus hijos, ahí empezamos a ser hijos, los que éramos no hijos, rivales, Jesús ofreció su muerte por sus asesinos, por los pecadores que somos todos

Murió por todos para salvarnos, Dios nos perdona por la muerte de su Hijo en La Cruz

No me entrego a la muerte”

"No me entregó a la muerte"

Salmo 118, 1, 14-29. “No me entrego a la muerte”

Este Salmo atribuido a David, es sobre todo un Salmo mesiánico, un Salmo de  Resurrección, Ya no es David, sino Jesús glorificado, quien invita a todas las naciones a todos los pueblos, a alabar a Dios con Él, y, en primer lugar a nosotros los cristianos, claro que para eso tenemos que dejar fuera las rencillas de unos con otros

El Salmo es uno de los más largos, pero en esta ocasión tomada del primer día de oración por La Unidad del año 2017, son solo  16 versículos

Con Jesús proclamamos que Dios es nuestra fuerza y nuestra salvación, en las Tiendas, Tabernáculos de los justos hay alegría, porque la Mano de Dios hace proezas, La  Mano de Dios resucito a Jesús, La Mano de Dios nos unirá.

Jesús por el salmista nos grita, “No moriré, viviré para contar las grandezas de Yhv”, Y, San Pablo nos dirá que Cristo vive para siempre, y, nosotros con Él, aunque los demás vean nuestro cuerpo incinerado, o podrido, o comido de fieras, nosotros estaremos vivos y gloriosos, porque Dios en Cristo nos rescató.

“Me castigo Yhv, pero no me entrego a la muerte” La muerte no tuvo la última palabra con Jesús, ni la tendrá con los que lo siguen con los suyos

“Abran las puertas de La justicia y, entraré para dar gracias por ella”

No es la puerta del Viejo y Santo Templo judío, es la Puerta de La Gloria que Jesús traspasa introduciendo su Humanidad en La Trinidad, y, es el Corazón abierto de Jesús, único acceso al Padre, por ella entran los que se dejan justificar por Jesús,  y, no pretenden justificarse ellos mismos.

Jesús piedra desechada es La Piedra angular de la Iglesia, Dios nos ha mostrado su Misericordia y su Poder en Él

Demos Gracias a nuestro Dios, porque su Misericordia con nosotros es Grande y Eterna

Poema del Siervo de Yhv, Isaías 53, 4-12

Isaías  53, 4,12

Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias,
y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades.
El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados.
 Todos andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre él las iniquidades de todos nosotros.
Al ser maltratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, enmudecía, y, no abría, la  boca.
Fue detenido y juzgado injustamente, y, ¿quién se preocupó de su suerte?
Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes y golpeado por las rebeldías de mi pueblo.
Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos,
Aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca.
El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento.
Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él.
A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado.
Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos.
Por eso le daré una parte entre los grandes, y él repartirá el botín junto con los poderosos.
Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los culpables,
siendo así que llevaba el pecado de muchos e intercedía en favor de los culpables.
Es el poema del Siervo de Isaías, que los cristianos identificamos con Jesús, y, es que sólo a Él le cuadran, no por los sufrimientos en sí, es que este, Siervo doliente que es muerto cruelmente, es vuelto a la vida, a una vida mejor, pues sin resurrección no reavivamiento, no se entiende, que se diga, “que verá la luz”, “quedará saciado.”, “Justificara a muchos”, es un cadáver; saciado de gusanos,  únicamente
Pero el Hombre Jesús si fue saciado en la Resurrección, si, Él es el Siervo de Yhv, y, su Hijo amado.
Y, él sufrió por todos, los que andábamos errantes, por el Viejo Israel, y, por los gentiles, a los que trajo a su Iglesia que es su Cuerpo, y, a los que en sí mismo, unió al Viejo y, eterno Israel
Pero nosotros los que nos llamamos cristianos, es decir “otros cristos en pequeñito” hemos no sólo rasgado su túnica, si no abierto nuevas heridas en su Cuerpo que es La Iglesia, dispersándonos por el mundo, enfrentados como enemigos.
Y, por el pecado de la desunión, de no querer buscar lo que nos lleve de nuevo a La Unidad, Jesús sigue crucificado, ante Dios para quien todo es presente
Y, Dios en Él, y, por Él, y, con Él nos invita a unirnos a buscar lo que nos une, a conocernos, y, por Él nos reunirá de nuevo en su Cuerpo que es La Iglesia, porque somos suyos, y, porque Él padeció y fue glorificado por Dios a causa nuestra e intercede por nosotros
Jesús pago al Padre, el pecado de nuestras divisiones
Por eso sabemos que en La Parusía, el Padre nos unirá de nuevo, ante Él ya lo estamos.

Entrego su Vida como ofrenda expiatoria

Entrego su Vida como Ofrenda expiatoria

Jesús entrego libremente su Vida al Padre como Una Ofrenda de expiación, no es que el Padre, quisiera la muerte de su Hijo, eso es incompatible con su naturaleza, Es Amor.

Y, precisamente por ello, fue que el Verbo, El Hijo eterno se hizo carne en una mujer judía, María de Nazaret

Dios mando a su Hijo a reconciliarnos con Él

Pero Dios lo tiene todo presente, sabía lo que iba pasar, los seres humanos íbamos rechazar a su Enviado, libremente

Pese a todo lo mando, para que conociéramos su Amor

El Verbo Dios Hijo, sabía que lo íbamos a rechazar

Y, ese rechazo, hecho ni más ni menos en primer lugar, por Su Pueblo, por el Pueblo elegido, secundado por un gentil cobarde, llevo al Verbo hecho hombre, hombre de verdad a la muerte más ignominiosa

Dios no intervino

La tierra no se tragó a nadie

Pero aquel crimen debiera merecer la destrucción de la especie humana

Sin embargo, fue al contrario, El Verbo humanado en su Humanidad entrega al Padre su vida humana, su muerte aceptada libremente, no para que los causantes de su muerte, “Toda la humanidad”!, fuesen perdonados, no para mucho más, para que fuesen divinizados, injertados en Él, hechos parte de su Cuerpo, siendo Él, La Cabeza, y, el Padre no podía desoír a su Hijo.

Por ello decimos verdad todos los cristianos cuando afirmamos que Jesús nos salvó en La Cruz, y nos salvó a todos

Falta la firma final con nuestra vida

Pero al hacernos miembros de su Cuerpo nos hizo también miembros unos de otros

San Clemente Papa, habla del dolor de la división de los cristianos

San Clemente Papa, habla del dolor de la división de los cristianos

Decía San Clemente, Papa y Padre de la Iglesia

“¿Para qué desgarramos y despedazamos los miembros de Cristo; y nos encendemos contra nuestro propio  Cuerpo? Hasta tal punto llegamos de insensatez, que olvidamos que somos miembros los unos de los otros” (epístola a los romanos XL VI, 7)

Esto que San Clemente Papa, Padre de La Iglesia, y, mártir escribía a los fieles de Roma, nos lo podría escribir hoy, a los anglicanos, baptistas, católicos, luteranos, ortodoxos. Etc

Cuando atacamos a un hermano, porque ha sido bautizado, porque confiesa a La Trinidad, La Encarnación, Pasión y, Resurrección de Jesús, estamos yendo contra miembros de Cristo, quien hiere a un miembro hiere la Cabeza, no la hiere, pero si la hace sufrir, no hay más que pensar en el propio cuerpo

No se trata de ver los errores como buenos, el error es error, será o no culpable, pero el error es error, pero lo que no es error tiene muchas formas,  de expresarse

Recuerdo haber leído en una página de Internet, un artículo, del que su autor, o autora,  debería por lo poco avergonzarse, el título era más o menos el siguiente

“El diablo es protestante”

Y, basaba su “sabia reseña”, en que satanas tentó a Jesús citando La Escritura. Que pretendía decir que los protestantes obran mal al leer la Biblia, al orar con Ella, pues no hacen muy bien, Dios los bendiga por ello, y, los católicos que no lo hagan pues hacen mal, no hablo de pecado, pero si están haciendo lo que no es correcto, porque como dice San Jerónimo, PP de La Iglesia, que no era protestante, siglo II, imposible, “Quien desconoce Las Escrituras desconoce a Cristo”

Lo que también se le olvido, al autor, autora del artículo al que hago mención fue, que Jesús, lo venció con La Escritura, esto lo recordaría su representante, el Papa Francisco

El demonio sí tentó a Jesús, usando mal la Biblia, para llevar el agua a su molino, como los que sacan versículos sueltos, para arrojar los a la cara de otro, o justificar tonterías. Jesús, La Verdadera Palabra de Dios, le respondió con textos de La Escritura que lo desmontaban

Según la lógica aquella deberíamos decir

Jesús es protestante, pero Jesús es judío, y, en Él que es El Cristo, es decir el Mesías enviado a Israel pero que no reconoció, porque Dios en su designio eterno, no quiso, en Él al ser injertados en su Cuerpo en el Bautismo, somos hechos, cristos, cristianos, y, los miembros de un cuerpo no son más unos que otros, si acaso los débiles y enfermos merecen mayor trato

Por eso, los cristianos debemos luchar contra lo que nos separa, buscar lo que nos une, y, respetar nuestra diversidad, pues somos todos, todos,  miembros de Cristo, y, por ello unos de otros.

Uno ha muerto por todos, luego todos murieron

“Uno ha muerto por todos, luego todos murieron”

Pablo afirma que es así, “Uno ha muerto por todos, luego todos murieron”; eso es lo que representa y refleja el bautismo,  mucho mejor representado en el de inmersión, la persona se ahoga, la que sale es otra, cuando Jesús  murió en La Cruz, todos y cada uno, morimos con Él, pero al resucitar resucitamos con Él, como parte de su Cuerpo, Jesús es La Cabeza, nosotros cada uno, células, yo soy católica, cristiana católica, y no soy más miembro de Cristo que el cristiano luterano, y, las divisiones entre nosotros, entre los cristianos como recuerda el Papa Francisco, le duelen a Jesús, y escandalizan al mundo, a los demás por los que también murió Jesús

Pensemos en un momento, en un brazo dislocado, el dolor es insoportable, y lo sé por experiencia; pues Jesús, por culpa nuestra de todos los cristianos que somos sus miembros tiene todo El Cuerpo dislocado

Al ser miembros de Cristo, es Él quien sufre en nosotros, si yo me rompo un brazo, hace años rompí los dos, pues bien todo mi cuerpo sufrió las consecuencias, aquí a mayor escala pasa algo parecido

En un momento de la historia, en varios para ser exactos hubo un grupo de cristianos, que rompieron con Roma, pero esos cristianos eran cristianos nada borra el bautismo

Educaron a sus hijos en su Fe, que era en parte, en la mayor parte la misma Fe que tenían los cristianos que se habían quedado con Roma

Por el bautismo unos y otros eran miembros de Cristo, y, por ende hermanos, o más que hermanos

Pero “el diabolo”, él que desune, en vez de mover a unos a ir hacia los otros movió a ir en contra

Ni unos ni otros se quisieron escuchar, la brecha se iba agrandando

Muchos católicos no perdonaban ni siquiera que no compartieran su fe, en temas que no son fe revelada

Para un católico, un ortodoxo era un cismático, un luterano, anglicano, un hereje

Si el católico hubiera hablado, conocido, leído estudiado, a los otros cristianos no habría dicho tantas burradas

Pero por el lado de los ortodoxos, era un papista, lo mismo por el de los anglicanos

Para luteranos, reformados

Papistas e idolatras

El motivo la falta de conocimiento

Por ejemplo la doctrina de La Justificación, no varió  en nada, lo que luteranos y católicos creíamos, y, sin embargo fue es aun uno de los puntos de controversia entre católicos y luteranos

Naturalmente si hubiésemos dialogado, esto no habría pasado

El Espíritu Santo movió  a los cristianos anglicanos, a buscar la Unidad, buscarla con unos días de oración, porque como dice el Evangelio de Juan, es preciso que el mundo nos vea unidos, para que crea que Jesús vino al mundo a salvarnos, lo acepten y se salven

Dios bendijo esta práctica, y. La Iglesia Católica se sumó también a la misma, primero orando por ellos pero sin ellos por su vuelta, por su conversión

Pero el Espíritu seguía soplando

Y, ya se pasó a tener a nivel teológico, curial reuniones con los otros cristianos, Pablo VI, abraza al Patriarca Atenagoras, de pronto se les llama “hermanos separados”, ya no herejes, ni cismáticos.

Sigue soplando, El Espíritu, con Juan Pablo II,  ya no se les llama “hermanos separados”, sino hermanos,  ahora las reuniones son a nivel de pueblo, una semana al año, oramos juntos, hay grupos de animación ecuménica

Falta mucho, pero en la Parusía como ha dicho Francisco, lo conseguiremos

Es obra suya, del Espíritu Santo, y, él lo hará, pero mientras tenemos que reconocer todo lo negativo que hemos tenido contra el otro.

Es posible que en este mundo terrenal no se logre la Unidad, pero lo que si sé, es que ahora cuando yo veo a un luterano veo a un hermano a otro cristiano, con él que aún hay disensiones, pero que irán cayendo,” porque es tan fuerte el Viento, que las echara abajo”

Y, así como hermanos tiene que vernos el mundo, para saber que Jesús no fue uno más, sino que es El Salvador

Ya que Cristo murió por todos

“Ya que Cristo murió por todos"

«Todos en cierto modo han muerto», si hemos muerto, pero estamos vivos es que hemos sido recreados, resucitados, entonces no podemos andar con las cosas viejas, pues no seríamos “resucitados” sino zombis

Antes era uno solo El Pueblo de Dios, los demás  eran todos hijos de la ira, por eso, José el de Jacob, no puede comer con sus hermanos, pues él es por causa de ellos egipcio

Del mismo modo, Pedro teme la reacción de La Comunidad, cuando sepan que ha acogido a Cornelio

Pero ahora, mejor dicho Hoy,  todo eso ha cambiado, Jesús nos hizo morir con Él en La Cruz, y, nos resucito, es cierto que aún no se ve, pues todavía  nos quedan muchas cosas, que tenemos que ir sacado poco a poco, con la ayuda de Dios

Pero ahora ya hay un Solo Pueblo, cuya raíz, es el viejo, y, siempre nuevo Israel, no hay ya hijos de Ira, sino que todos somos hijos de Dios

Por eso, hemos de dejar fuera las revanchas, los insultos, la descalificaciones de cualquier forma o manera

Porque todos

Anglicanos, baptistas, católicos reformados, episcopalianos, luteranos, valdenses… somos cristianaos, somos parte de Cristo, somos hijos de Dios, somos hermanos, pues en Él fuimos sumergidos en su muerte y resucitados para gloria de Dios.

Uno murió por todos

“Uno ha muerto por todos” 

Este era el lema del primer día, de La Oración por La Unidad de los cristianos del año 2017

La frase tomada de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios, resumía la esencia del ser cristiano

Uno, un hombre ha muerto voluntariamente, ha entregado su vida por todos los hombres, pero no en masa, sino por cada uno

Los hombres, la humanidad merecíamos la muerte eterna, el ser fulminados,  pero Dios se compadeció, y, envío a su Hijo, no a un ángel, ni arcángel, a su Hijo, a su Verbo, al que es impronta e  imagen de si mismo, Dios como Él, el mismo Dios

Lo envío para enseñarnos el Camino, que es, Él mismo para volver a la Casa paterna, que habíamos abandonado, la humanidad lo rechazo, fue condenado a muerte, y, crucificado bajo el Impero de Tiberio César, siendo gobernador de Judea, Poncio Pilato

Pero la tumba no lo retuvo, no podía, y, en lugar de condenarnos por haber dado muerte, “Al primogénito”, Dios en Él nos tomó por hijos, y, la Sangre de Jesús derramada en La Cruz, lavo, lava nuestras culpas

Por eso ahora hay algo que nos une, sobre manera, y, es que el Verbo de Dios se encarnó y murió por todos y, por cada uno, por eso no podemos ser indiferentes unos a otros, sobre todo, los que nos enorgullecemos de ser cristianos

No podemos andar a la greña, sino que imitando a Jesús hemos de estar dispuestos a dar unos la  vida por los otros, y, sin llegar a tanto, si a gastarla que es una forma de darla

Dejaos reconciliar con Dios

“Dejaos reconciliar con Dios”

Oración ecuménica

Reflexión sobre el lema del primer día del Octavario del año 2017

Tomado del primer día de oración puesto en mi blog de Ecumenismo

Reconciliarnos con Dios, teniendo en cuenta nuestro apellido “cristiano”, sin embargo, en la realidad no es así, lo que hacemos unos y otros es tratar de pasar por encima del otro, no, nos interesa lo que nos pueda decir, no queremos conocerlo

Pensamos que la reconciliación con Dios es ir contar 4 cositas al cura, caso de los católicos y otros, o tomar la Biblia leer una frase de perdón, y, creernos ya perdonados

Pero es falso, sin reconciliación con el hermano, sin amor al hermano, no la puede haber con Dios.

Por eso tenemos que dejar que Dios nos reconcilie, primero con nosotros mismos, sacando lo malo, o menos bueno que tengamos y, acogiendo y defendiendo lo bueno

Después con nuestros hermanos con los que aún no vivimos en plenitud de comunión, ayudándoles a rechazar lo malo, o menos bueno, pero amándolos también con ello. Acogiendo los bienes los dones que Dios les dio, agradeciendo por ello a Dios

Y, luego con La Iglesia, con el universo entero

Cuando todo esto este hecho, si que nos habremos reconciliado con Dios, según sea común en nuestra Iglesia o Comunidad

Pero no podemos hacerlo solo, por eso es necesario que oremos y, pidamos a Dios el Don de la Reconciliación