“No viváis más para vosotros
mismos”
Este era el lema del 2º día de
oración del Octavario del año pasado, tomado de la primera carta de Pablo a los
Corintios
Llevándola al terreno ecuménico,
qué viene a decir
Vivir para uno mismo, o, para nosotros
mismos, es vivir anclados en mirarse la propia panza, es ver lo buenos, y,
guapos que somos, aunque nos reconozcamos como Iglesia, Comunidad, algún
fallito, eso, nunca como los otros, otros que nos olvidamos son cristianos
igual que nosotros, bañados en la Sangre de Cristo
Vivir para uno mismo o para
nosotros mismos. Es rechazar conocer al otro, a los otros, porque en todo están
errados
Vivir para uno mismo o para
nosotros mismos. Es rechazar orar con los otros, si acaso podremos algún día
pedir su conversión
Vivir para uno mismo o para
nosotros mismos. Es rechazar escucharlos, aprender de ellos, leer sus libros. Porque
lo nuestro nos sobra
Vivir para uno mismo o para
nosotros mismos. Es llamarse católico y criticar a la Iglesia, al Papa por
alentar el Ecumenismo, por reunirse con cristianos de otras Iglesias, o ser
Pastor evangélico, y, negarse a orar, hablar compartir con otros cristianos,
porque uno se cree la verdad
Vivir para uno mismo o para
nosotros mismos. Es tener miedo a que nuestra Iglesia sea destruida por los
otros, a hacer de nuestras devociones ídolos
Por eso, como decía Pablo a los
corintios, debemos empezar a vivir para los otros, que es vivir para Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario