“Uno ha muerto por todos”
Este era el lema del primer día,
de La Oración por La Unidad de los cristianos del año 2017
La frase tomada de la Segunda
Carta de San Pablo a los Corintios, resumía la esencia del ser cristiano
Uno, un hombre ha muerto
voluntariamente, ha entregado su vida por todos los hombres, pero no en masa,
sino por cada uno
Los hombres, la humanidad
merecíamos la muerte eterna, el ser fulminados,
pero Dios se compadeció, y, envío a su Hijo, no a un ángel, ni arcángel,
a su Hijo, a su Verbo, al que es impronta e
imagen de si mismo, Dios como Él, el mismo Dios
Lo envío para enseñarnos el
Camino, que es, Él mismo para volver a la Casa paterna, que habíamos
abandonado, la humanidad lo rechazo, fue condenado a muerte, y, crucificado
bajo el Impero de Tiberio César, siendo gobernador de Judea, Poncio Pilato
Pero la tumba no lo retuvo, no
podía, y, en lugar de condenarnos por haber dado muerte, “Al primogénito”, Dios
en Él nos tomó por hijos, y, la Sangre de Jesús derramada en La Cruz, lavo,
lava nuestras culpas
Por eso ahora hay algo que nos
une, sobre manera, y, es que el Verbo de Dios se encarnó y murió por todos y,
por cada uno, por eso no podemos ser indiferentes unos a otros, sobre todo, los
que nos enorgullecemos de ser cristianos
No podemos andar a la greña, sino
que imitando a Jesús hemos de estar dispuestos a dar unos la vida por los otros, y, sin llegar a tanto, si
a gastarla que es una forma de darla
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