paciencia con el otro

La paciencia con el otro

Una de las virtudes que ha de tener el que de verdad quiera ser ecuménico buscar La Unidad, es tener paciencia con el otro.

Paciencia con los cristianos de su propia Iglesia o Comunidad, que no acaban de dar el paso hacia la búsqueda de La Unidad, los que rezan por la conversión del otro, que está muy bien, todos lo necesitamos y siempre podemos dar un paso más, si no hemos retrocedido 100, pero a veces uno sólo pide la conversión de los demás, y, ser tan bueno, es malo.

Así que hay que tener paciencia con esos cristianos y orar por ellos, hablarles cuando sea posible para convencerlos

Hay que tener paciencia con los cristianos de otras Iglesias. Que nos culpen de las burradas que en el Tiempo T,  los miembros  M de nuestra Iglesia, o Comunidad le hicieron a los suyos, olvidando las burradas que los suyos le hicieron a los nuestros o, a otros en otros lugares, como si hubiera más de un pecado original.

Tener paciencia y, no meter a todos los miembros de una Iglesia o Comunidad en el mismo bote, porque hay cristianos evangélicos que son unos asnos, en concreto algún pastor en La Coruña, si no se ha ido al Reino de los Cielos, pero los hay también que son auténticos cristianos, y, lo mismo de los cristianos de a pie, y, hay sacerdotes católicos que no son más antiecuménicos porque como se dice no practican o que piensan que con ocho días al año, ya han cumplido y de esos 8 días, media tarde un día, y, los hay que son ecuménicos y mueven a sus fieles a serlo

No se puede uno, quedar con los malos ejemplos, hay que orar, hay que buscar conocer a los otros por el estudio y el diálogo, y, si en una Iglesia que no es la tuya, te rechazan, pues vuelves otro día, si te vuelven a rechazar, vas a otro Templo de la misma Iglesia, si te rechazan en todas tranquilo es que era una secta, estar en el CMI, no garantiza nada.

disposición para el diálogo en la verdad-

La disposición para el diálogo en la verdad-

Una cosas esenciales para el ecumenismo, es estar dispuestos al dialogo de unos con otros, al dialogo no a la charla apologética, ni, al apabullamiento, a dialogar en verdad

Sin ocultar lo que cada uno es y cree, es decir lo que cree su Iglesia, y, para ello es necesaria una formación continua, en eclesiología, bíblica patrística. Etc. para no ocultar al otro lo que uno es, lo que cree, dejando a un lado las tonterías particulares si las hay, eso tal vez cuando ya el diálogo haya dado paso a la charla entre amigos

Exige conocer al otro de antemano, saber cuándo surge su Iglesia, o su Comunidad, que hechos lo motivaron, saber aunque sea solo en un sentido más o menos amplio quien fue su Reformador, en que creen, cuál es su moral, para no hacer preguntas tontas, ni para ofender


Saber en el diálogo reconocer lo bueno del otro, pero no negar lo bueno de uno, porque al fin y al cabo todos los cristianos somos miembros de La Iglesia que fundo Cristo, por eso oramos por La Unidad de los cristianos no de Las Iglesias

Pero si en el diálogo el católico oculta lo que cree su Iglesia, el luterano disimula lo que cree la suya, no se verá lo que ya nos une, y, se habrá perdido el tiempo

Y, lo mismo si el católico se dedica dar una lección de apologética al otro cristiano, y, a la inversa

Por eso la formación  ecuménica es tan importante.

testimonio auténtico comporta el reconocimiento y el respeto por el otro-

El testimonio auténtico comporta el reconocimiento y el respeto por el otro-

El testimonio auténtico ante el mundo, de que somos cristianos, es decir el testimonio de vida, comporta, exige el reconocimiento del otro, y, en primer lugar del cristiano que no es de mi Iglesia, de mi Comunidad, reconocerlo, y, apoyar sus derechos,  respeto no insultando, no aplastándolo con mis imposiciones, reconocer su derecho a existir, y, respetar lo , no ofendiéndole, ni insultándole, pero esto es lo mínimo con cualquier ser humano, con otro cristiano la cosa tiene que ir más lejos, además de lo anterior el amor, como él que Jesús nos tiene, el orar por él, y, con él,  el tratar de conocerlo, y, cuando haya ocasión darse a conocer sin negar lo que cada uno es.

De ese modo, estaremos avanzando en el Camino hacia La Unidad, y, dando ante el mundo testimonio de que el Verbo se hizo hombre, murió y resucito por cada uno, y, el mundo podrá creer.

No podemos llamarnos cristianos y no ser ecuménicos.

No podemos llamarnos cristianos y no ser ecuménicos.

No podemos llamarnos cristianos; y, mirar con desprecio, con desdén mucho menos con odio, a otros cristianos

No podemos llamarnos cristianos; y, pensar que sólo nosotros, los de nuestra Iglesia lo somos

No podemos llamarnos cristianos, y, no dolernos de que El Cuerpo místico de Cristo, esté herido, este roto

Porque todos los bautizados en el Nombre de La Trinidad, somos miembros de Cristo, nuestra separación es una dislocación una ruptura de su Cuerpo

Y, no podemos ser cristianos si no, nos duele

No, podemos ser cristianos, si despreciamos la búsqueda de La Unidad de todos los creyentes en Cristo, de todos los redimidos por su Sangre, si no buscamos La Unidad, del modo que podamos, pero todos unidos en esa búsqueda, orando para que Dios nos una, cuando quiera, y, como quiera, porque sólo Dios puede hacerlo, para que nos una en La Iglesia fundada por Cristo.

Para que el mundo al vernos unidos, crea que Jesús el Verbo vino a redimir al mundo

No somos cristianos pues, si no somos ecuménicos

No somos cristianos si nuestro ecumenismo se reduce a orar un día del Octavario por La Unidad, ni siquiera los 8 como una costumbre piadosa

No somos cristianos, si de verdad no buscamos trabajar por La Unidad
Conociendo a los otros cristianos
Siempre parte de movimientos ecuménicos cuando se pueda, no siempre los que debieran ayudar lo hacen
Orando, por y con los otros cristianos que no son de nuestra Iglesia o Comunidad

Porque el otro es también miembro de Cristo, y, por lo tanto también es alguien cercano, es cristiano también

Y, de esto los mayores responsables son  los dirigentes espirituales
Sacerdotes católicos, conozco  muy pocos ecuménicos, bueno, creo que 4, claro que hay más, pastores de otras Iglesias,  aquí son todavía menos los que conozco. Popes ortodoxos, creo que conozco 2, y, es necesario que haya más porque ellos mueven a sus ovejas, que muchas veces las ovejas no saben balar solas

Y, el cristiano que no es ecuménico no es cristiano.

Nuestra Luz es Jesús

Nuestra Luz es Jesús.

Jesús es nuestra Luz, la Luz de  la Luz eterna, La Luz enviada por el Padre Dios.
Él es La Luz, de todos los nos confesamos cristianos, independientemente de nuestro nombre, católicos, reformados, luteranos.

Excepto las sectas, que manipulan y tergiversan su Palabra, que niegan su naturaleza divina, o humana

Jesús nos ilumina con su vida, reflejada en Los Evangelios

Desde La Iglesia su Cuerpo místico

sólo Él es nuestra Luz, nuestro Sol, pero los demás podemos y debemos ser sus reflectores.

El rico se desvanecerá como la flor en la hierba.

El rico se desvanecerá como la flor en la hierba.

No pensemos sólo en los ricos de cuenta corriente, o mejor dicho no pensemos en ellos.

Esta “Palabra”, sólo se aclara en el Magníficat de María de Nazaret, en esa visión profética

“A los hambrientos colmo de bienes, a los ricos despidió vacíos”

Eso se cumplió con el viejo Israel que rechazo a Jesús, aunque sabemos Dios, no rechazo a su Pueblo.

Pero los que se creían dueños de La Verdad revelada, los que llevaron a la Cruz a Jesús, por blasfemo, los que lo arrojaron fuera del pueblo, para crucificarlo fuera de la ciudad, eran ricos, pues tenían la verdad, pero la crucificaron. Y, por la Misericordia de Dios, nosotros los gentiles, los perrillos, a los que nos bastaban unas migas caídas de la mesa de los hijos, fuimos sentados a la mesa del banquete, hechos hijos los que éramos esclavos.

Y, no, nos quedemos sólo en esto, como si ya estuviese todo hecho, y, a vivir de rentas, no estamos empezando el camino.

Porque rico es también

Quien tiene mucha salud  pero no tiene fe

Quien tiene muchos amigos, y, pienso en amigos de verdad  pero no tiene fe

Quien tiene una familia, una pareja, que lo ama,  pero no tiene fe

Quien tiene una gran cultura, titulación académica superior pero no tiene fe

Quien tiene fe, pero no en Jesús resucitado, sino en mitos leyendas, supersticiones

Esa persona se desvanecerá, cuando el dolor  y la desgracia lleguen a su vida, se hundirá, y, la salud se va agotando, los amigos mueren, o se largan, la familia, la pareja lo mismo, la cultura se olvida.

Pero quien tiene todo lo anterior, y, quien carece de ello, pero tiene Fe en Jesús resucitado, y, vive unido a Dios, quien se apoya en su Palabra. Puede decir. “Que tiemblen los montes, que se abra la tierra, nada me separara del Amor de Dios en Cristo Jesús”

Esa persona florece en las desgracias, es el hambriento a quien Jesús sacia.

Señor es un guerrero, su nombre es «Señor

El Señor es un guerrero, su nombre es «Señor

Es un versículo del cántico de Moisés, tras cruzar el Mar Rojo, y, derrotar al ejército del faraón

Dios es un guerrero, lucha con nosotros a nuestro lado, junto al Mal que nos asedia y ataca desde nosotros mismos

Lucha y nos ayuda cada día, a cruzar nuestro particular Mar Rojo, su Nombre es el Señor, es Yhv, o Jhv, como dicen los hermanos cristianos no católicos, “Él que es, Él que esta”, porque es siempre  Él mismo Señor, y, no deja nunca de estar con nosotros, incluso, cuando nosotros no estamos con Él, más si cabe entonces.

El Señor es mi luz, mi salvación (Salmo 27, 1)

El Señor es mi luz, mi salvación (Salmo 27, 1)

Me gusta hacer mío este versículo
Me gusta hacerlo mío dentro de mi Comunidad. La Iglesia Católica
Me gusta hacerlo mío dentro de La Iglesia fundada por Cristo, que lo cristianos hemos  roto en un montón de Iglesias, y, Comunidades
Me gusta  saber que mis hermanos los judíos sus verdaderos dueño, lo siguen recitando cada día

Porque El Señor, el Dios Creador es mi Luz, es quien me muestra por mi conciencia, por los signos de los tiempos, por mi  Iglesia, por otros hermanos, por la historia, por su Palabra para mí no contenida solo en La Escritura, sino en La Escritura, y, en la Tradición divino Apostólica, lo que debo y puedo esperar cada día

Y, me gusta, porque mi Dios es mi Salvador, me levanta cada vez que caigo, Él cura mis heridas, camino segura de su Mano, no tengo ni quiero otro Salvador, sólo lloro un poco si rompo un cristal y era bonito o caro, otros necios lloran pensando en la mala suerte. Hacen bien, tienen la mala suerte de no conocer a nuestro Dios

Judíos, islámicos, cristianos de todas las denominaciones son por lo   contrario dichosos por ello

Grande es tu fe, mujer (Mateo 15, 28)

Grande es tu fe, mujer (Mateo 15, 28)

Es la frase que el Ev.  Según San Mateo, pone en labios de Jesús, dedicado a la mujer cananea, que pidió la curación de su hija

Esta mujer, no era judía, sino pagana, sirofenicia, habitante de lo que hoy conocemos por el Líbano, no creía en el Dios de Israel, ella era idolatra, sin embargo, había implorado la clemencia, de un profeta del pueblo judío, de Jesús, que pasaba por sus tierras

Tal vez le hubiesen hablado del, y, seguramente cansada de que sus dioses no oyesen sus ruegos.  Se volvió hacia el Dios desconocido e invisible, representado por aquel joven rabino que pasaba por su pueblo

Y, por qué dijo, o le dijo Jesús, que su fe era grande. A qué fe se refería.

No podía ser a su fe en los dioses cananeos, esa fe no era de alabar, y, tampoco era muy fuerte, cuando ella buscaba auxilio en otro Dios.

Tampoco porque fuese a él por su hija

No, Jesús la felicito, porque aunque él equivocadamente, es hombre y, por lo tanto falible en su vida mortal, en lo no tocante directamente a su misión. Le negó por ser pagana el milagro, y, de malos modos

Ella en lugar de maldecir, y, alejarse, acepto el insulto, lo convirtió en bendición, reconoció que solo los hijos tienen derecho al pan, pero a los perrillos, les bastan con las migas, y, los perrillos siempre son fieles. Los hijos no. Esto no lo dijo, pero es de sentido común

Porque supo ver en el hombre que les llamaba perrillos, a su Señor, por eso Jesús, supo por su Padre, que tenía delante a una de las ovejas perdidas, del Reino de Israel, del verdadero no del de Caifás

Y, por ello felicito su Fe, y, curo a su hija

Porque la Fe no es solo aceptar unas verdades, es confiar en el Amor de Dios, incluso cuando nos recuerda del modo que sea, que somos unos indignos perrillos.