El rico se desvanecerá como la flor en la hierba.
No pensemos sólo en los ricos de cuenta corriente, o mejor dicho no
pensemos en ellos.
Esta “Palabra”, sólo se aclara en el Magníficat de María de Nazaret, en
esa visión profética
“A los hambrientos colmo de bienes, a los ricos despidió vacíos”
Eso se cumplió con el viejo Israel que rechazo a Jesús, aunque sabemos
Dios, no rechazo a su Pueblo.
Pero los que se creían dueños de La Verdad revelada, los que llevaron a
la Cruz a Jesús, por blasfemo, los que lo arrojaron fuera del pueblo, para
crucificarlo fuera de la ciudad, eran ricos, pues tenían la verdad, pero la
crucificaron. Y, por la Misericordia de Dios, nosotros los gentiles, los
perrillos, a los que nos bastaban unas migas caídas de la mesa de los hijos,
fuimos sentados a la mesa del banquete, hechos hijos los que éramos esclavos.
Y, no, nos quedemos sólo en esto, como si ya estuviese todo hecho, y, a
vivir de rentas, no estamos empezando el camino.
Porque rico es también
Quien tiene mucha salud pero no
tiene fe
Quien tiene muchos amigos, y, pienso en amigos de verdad pero no tiene fe
Quien tiene una familia, una pareja, que lo ama, pero no tiene fe
Quien tiene una gran cultura, titulación académica superior pero no
tiene fe
Quien tiene fe, pero no en Jesús resucitado, sino en mitos leyendas,
supersticiones
Esa persona se desvanecerá, cuando el dolor y la desgracia lleguen a su vida, se hundirá,
y, la salud se va agotando, los amigos mueren, o se largan, la familia, la
pareja lo mismo, la cultura se olvida.
Pero quien tiene todo lo anterior, y, quien carece de ello, pero tiene
Fe en Jesús resucitado, y, vive unido a Dios, quien se apoya en su Palabra. Puede
decir. “Que tiemblen los montes, que se abra la tierra, nada me separara del
Amor de Dios en Cristo Jesús”
Esa persona florece en las desgracias, es el hambriento a quien Jesús
sacia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario