Saulo
se convierte en Pablo, es el resumen de la segunda lectura, del Octavario 2017
Saulo
era el judío creyente, fanático de su fe, más que de la gloria de Dios, al que
con su violencia convertía en un dios
Saulo
era el hombre que odiaba a los seguidores del Crucificado, no a Jesús, para él
Jesús era un difunto
Saulo
era el hombre dispuesto a hacer lo que fuera falta, por la gloria de la Fe
judía, o judíos o muertos, no desdeñaba nada, encarcelar, llevar a la muerte a
los que no renegasen o blasfemasen el nombre de Jesús
Este era
Saulo, el fariseo, educado a los pies de Gamaliel
Pero
Dios le salió al encuentro camino de Damasco, donde iba perpetrar sus crímenes
Jesús
que es La Luz, le hablo desde La Luz, le hizo ver qué era a Él a Jesús a quien
perseguía
El
Viento del Espíritu La Ruha hebrea, El
Espíritu Santo, lo abatió en el suelo, le hizo ver que Jesús no era un simple
hombre
El Padre
cegó sus ojos, para darle una luz nueva
Y, así
llevado de la mano, murió Saulo, murió el perseguidor, nació, resucito Pablo,
el Apóstol incansable, él que lo dará todo por Cristo
Porque
una conversión no es tal, sino hay nuevo nacimiento, si sigue siendo la persona
la misma, será arrepentimiento, pero no conversión
Los cristianos
todos, tenemos que dejarnos encontrar con Cristo, para dejar de ser “Saulos”,
que quieren todos sean iguales, a él, para ser “Pablos”, que solo buscan la
Gloria de Dios, y, cuya Gloria es el Crucificado.
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