Os doy un mandato nuevo que os améis, Jn 13, 34
Este mandato de Jesús, que recoge el Evangelio de Juan, va dirigido a
sus discípulos es decir a los cristianos, no tiene nada que ver ni anula ni
cambia, el precepto de amar al prójimo
Este sigue en vigor, y, se refiere al amor efectivo que debemos tener
hacia todos los seres humanos
Pero este es comunitario, Jesús no manda amar, sino “amaos” es un amor
recíproco, los cristianos todos tenemos que amarnos, y, cómo, pues como Jesús
nos amo
Y, Jesús nos amó hasta el extremo lo dice también el Cuarto Evangelio,
nos amó, renunciando a ser quien era, en cierto modo humillándose, haciéndose el
último, nos amó hasta la muerte, y muerte de Cruz, como nos recuerda Pablo, y,
más aún lo hizo cuando éramos enemigos
Por eso los cristianos independientemente de la Iglesia, Comunidad a la
que pertenezcamos tenemos que amarnos, y, estar dispuestos a acoger el amor del
otro hermano, a buscarlo, alegrarnos por él, orar por él, agradecerle ore por
nosotros, y, estar dispuestos si Dios lo quisiera a dar la vida, por ese
hermano, porque todos nos reunamos en la Única Iglesia que es el Cuerpo de
Cristo
En lugar de eso nos buscamos defectos, nos insultamos y nos perseguimos
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