Acoger al otro
El último día del Octavario del pasado año 2020. Se nos proponía esta Reflexión
Reflexión
Esta historia está llena de dar y recibir. Pablo recibe una solicitud poco común de parte de los isleños; Pablo ofrece curación al padre de Publio y a otros; habiendo perdido todo en la tempestad, los 276 reciben abundantes provisiones al hacerse de nuevo a la mar.
Como cristianos estamos llamados a una solicitud poco común. Pero para poder dar tenemos que aprender primero a recibir –de Cristo y de los demás–. Con más frecuencia de lo que pensamos, somos receptores de actos de cariño de personas q diversas a nosotros.
Estos actos apuntan hacia la generosidad y la sanación de nuestro Señor.
Los que hemos sido sanados por el Señor somos responsables de transmitir lo que hemos recibido.
Pablo no dudo en acercarse y curar al padre de Publio, pese a que como judío no podía entrar en casa de un gentil, y, no sólo lo curo a él a muchos otros, Pablo compartió los dones que tenía, entre ellos el carisma de sanación.
Pero ellos compartieron con Pablo y los suyos, su casa, sus tierras, su pan, su vino, y, cuando Pablo recuerda, recuerda lo que recibió no lo que dio
Porque sabe que sólo hay un Dador Dios, los demás sólo somos instrumentos .Imitemos a Pablo, y, compartamos, acojamos y, aceptemos lo que nos dan con gratitud, y, dejemos que Dios dé por medio de nosotros, y, sigamos orando y avanzando por el Camino de La Unidad, el día por Dios señalado, para que el mundo crea, que Cristo vino al mundo, y, sea salvo.
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