viernes, 5 de marzo de 2021

No juzgar


No juzgar
El día séptimo del Octavario del año 2020, se nos proponía esta lectura del libro de los Hechos.

Hechos 28, 3-6
«Pablo había recogido también una brazada de leña; al arrojarla a la hoguera, una víbora, huyendo de las llamas, hizo presa en su mano. Cuando los isleños vieron al reptil colgando de la mano de Pablo, se dijeron unos a otros: “Este hombre es realmente un asesino; aunque se ha librado de la tempestad, la jus­ticia divina no permite que viva”. Pablo, sin embargo, se sacudió el reptil arro­jándolo al fuego y no experimentó daño alguno. Esperaban los isleños que se hinchara o que cayera muerto de repente. Pero, después de un largo rato sin que nada le aconteciese, cambiaron de opinión y exclamaron: “¡Es un dios!”».

En este texto del Libro de los Hechos se nos muestra lo voluble del juicio humano, por el simple hecho accidental de que una víbora lo mordiese, decidieron que Pablo era un criminal, aquello era un castigo de los dioses, pero cuando Pablo se sacudió el reptil en el fuego, y, vieron que no le pasaba nada, decidieron que era un dios. Se equivocaban las dos veces ni era un criminal, aunque lo había sido, ni era un dios, sino un siervo e hijo en Jesús del Único Dios, los que juzgaron a Pablo, tenían excusa pues no conocían aun al verdadero Dios, nosotros que seguimos haciendo lo mismo, viendo catástrofes naturales como castigos, enfermedades como castigos, pensando que si a uno le va bien en la vida, es que ya es santo, y, que a veces nos cuesta ver el bien que Dios ha derramado, en los hermanos de otras Iglesias, o, Comunidades, y, hasta a veces nos extraña si descubrimos algo bueno en ellos, olvidando que todos los cristianos somos miembros de Cristo, y, que todo lo bueno que hay en cada uno en particular, y, en cada Iglesia o Comunidad en general no es mérito ni logro de nadie, sino de los méritos de Cristo, nuestro es sólo el pecado, porque a todos sin excepción nos ha picado la víbora del pecado, pero si confesamos a Dios nuestro pecado, tal como enseñan nuestras Confesiones cristianas, Dios por los méritos de Cristo, con El Fuego de su Espíritu lo quema lo destruye, como la víbora que pico a Pablo

Dejemos el juicio sobre los hermanos y sobre nosotros mismos a Dios, y, oremos juntos, para que Dios el día por el señalado nos conceda La Unidad en la diversidad, a semejanza y gloria de La Santísima Trinidad, para que así el mundo crea que El Verbo vino al mundo y se salve para Gloria de Dios,

Oración
Dios todopoderoso,nos volvemos hacia ti con un corazón arrepentido. En nuestra búsqueda sincera de tu verdad,purificarnos de nuestros prejuicios hacia los otros y lleva a las Iglesias a crecer en la comunión. Ayúdanos a abandonar nuestros miedos,para que podamos comprendernos mejor unos a otros y al extranjero que está en medio de nosotros. Te lo pedimos en el nombre del único Justo,tu Hijo amado, Jesucristo. Amén





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