jueves, 21 de abril de 2022

Los que esperan en el Señor


Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan» Isaías 40, 3.
Es normal cansarse, no sólo físicamente sino también espiritual y psicológicamente, es normal, porque muchas veces no vemos el avance, incluso vemos retrocesos.
Y, nos preguntamos, cuando por ejemplo los cristianos estaremos todos unidos en La Iglesia Cuerpo y Esposa de Cristo.
Cuando se reconocerá el puesto de La Mujer en La Iglesia, dandole su lugar que no puede ser de tercera, si de servicio, porque en La Iglesia, sólo se puede estar para servir
Cuando se abrirá el sacerdocio en la rama romana de La Iglesia, al celibato opcional para el clero, si se admitieron y se reordenaron de nuevo sacerdotes casados provenientes de otras confesiones cristianas, porque se priva de buenos sacerdotes y buenos padres
Cuando se defenderá la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, sin medias tintas, que tan asesino es quien defiende el aborto o lo practica que quien hace lo mismo con la pena de muerte
Y,  tanto, tantas cosas, como los que basan todo su querer en una forma de celebrar la Misa
Y dan ganas de dejar de hacer, de orar, de escribir, de protestar, total para qué, si no consigues nada, si te ven como un bicho raro. Pero esperas en Él, le oyes decir, le oímos decir “No temas estoy contigo, no te dejaré solo, sigue”, y, entonces pones en Él tu esperanza, contra toda Esperanza, sigues adelante, remontas el vuelo como el águila, no te importa que no veas el fruto, sabés que  Él no conoce el tiempo, y, un día, la siembra dará fruto.
Que importa que lo recojan otros, Los que esperamos en Yhv no cansamos, aunque nos falten las fuerzas.

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