Que Jesús crezca y nosotros, disminuyamos….
Juan Bautista estaba contento, de
que la fama de Jesús fuese mayor que la suya, “Es preciso que él crezca y yo disminuya”
A nosotros nos tendría que pasar
lo mismo, desde el Papa, al último bautizado que nuestras obras, nuestra vida,
nuestras palabras, lleven a Él, lo muestren, y, que una vez que esto haya
sucedido, los beneficiados no se acuerden de quien los ha llevado, pues lo
importante no es el vehículo, si no el lugar al que se llega; pero sobre todo,
que no busquemos nuestra propia gloria, si no al saber desaparecer, solo somos
instrumentos de Dios, y, esto es bastante difícil
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