Somos Iglesia en construcción
Somos El Cuerpo místico de Cristo, pero “su Cuerpo místico
en la tierra”; cuando Jesús nació, su cuerpecito, era el de un bebé, que
precisaba en todo de María, no sabía hablar, ni podía, ni caminar, poco a poco
se fue desarrollando, creciendo, se hizo un hombre
Con su Cuerpo místico, pasa algo parecido, este Cuerpo
místico en el Cielo ha llegado a su plenitud, La Iglesia triunfante, es ya la
Iglesia que Dios quiere, aquella que está unida a su Cabeza que es Cristo
Jesús, y, en la que todos sus miembros están bien unidos, no hay tensión
Pero nosotros La Iglesia militante, todavía estamos en
lucha, en tensión, nos combatimos unos a otros, de ahí, las divisiones, que se
dan incluso entre los que se creen o nos creemos unidos, somos una Iglesia que
se está construyendo, día a día, un barco, una barca que sigue navegando,
porque aún no ha llegado a puerto, si lo pensara, y se quedara ahí estancada,
no habría hecho más que naufragar, que ser un cuerpo raquítico, poniendo un
ejemplo, una persona a los 7 años, si pesa 20 kg, y, a nivel intelectual sabe
leer y sumar, restar y dividir por 2 cifras, está bien, pero si esa persona a
los 20, sigue pesando eso, y, lo mismo sus conocimientos es un caso clínico,
del mismo modo La Iglesia militante, no puede mantenerse en tradiciones, que no
Tradición, en hechos del pasado, si hay cosas inamovibles, pero otras tuvieron,
y, tienen su momento, era lo necesario entonces para caminar, para navegar,
quedarse ahí parados, seria anormalidad, que gracias a Dios, nunca se va dar,
porque las velas de la barca de la Iglesia las mueve el Viento del Espíritu,
pero somos un Cuerpo en crecimiento hasta llegar a la Iglesia de la Jerusalén
celeste, por eso allí no habrá desunión, porque todos los miembros estarán
unidos, todos seremos en verdad Uno, porque nuestra unión con La Cabeza será perfecta,
el Cuerpo habrá ya alcanzado su pleno desarrollo, allí seremos por fin. La
Iglesia de Cristo total
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