El camino ecuménico es camino de Justicia
Esto significa que no podemos
recorrerlo consintiendo la injusticia en el mundo, tenemos que luchar
contra ella, como cristianos cada uno, como pueda, pero no nos puede ser
indiferente el inmigrante, el que muere de hambre, el desahuciado de su casa,
el que vive perseguido, el discriminado, y, despreciado por su condición
sexual, su religión, su malformación física o psíquica, los pueblos oprimidos,
las mujeres y hombres maltratados, los niños abortados criminalmente, aunque
sea legalmente, e independientemente de la forma en que se llegó al embarazo
Como es un camino de Justicia, no podemos mentirnos, ocultándonos lo
que nos separa, hemos de orar juntos para que superemos y nos convirtamos unos
y otros a lo que nos separa y no es compatible con el
Evangelio de Jesús, pero también aceptar la diversidad
Es camino de Justicia, la obligación de orar insistentemente a Dios, de
esforzarnos guiados por el Espíritu de Jesús, el Espíritu Santo, para que
Dios nos reúna en La Iglesia de
su Hijo, se lo debemos a Jesús, Él fundo una Iglesia, la unió así, la hizo su
Cuerpo, nosotros la hemos despedazado,
hemos herido el Cuerpo de Cristo, y, esto si somos cristianos tiene que
dolernos, no las llagas de una imagen de cartón piedra o escayola
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