Destruir
para convertir
No se trata de destruir a nadie, ni de destruir
nada, de lo que se trata es de limpieza personal, eclesial también
Pero los cristianos de a pie, sólo podemos
hacer la personal, que es mucho, y, no me refiero en el caso de los católicos a
la confesión, no va ahora de eso
Se trata de ver, por qué no soy todo lo
ecuménico que debiera ser
Por qué recelo, dudo, o hasta rechazo si
se da el caso, la búsqueda de la Unidad
Por qué pienso estúpidamente que sólo yo,
y, mi grupo somos cristianos
Por qué veo al otro como hereje, papista, cismático,
o, incluso como hermano separado, cuando es hermano
Y, eso que lo motivaba, arrancarlo, luchar
si es interior para arrancarlo
Si tienes libros “cristianos”, que son
anti ecuménicos, quemarlos, botarlos, o separarlos con una nota, “contienen
errores”
Nadie puede y, los católicos menos cambiar
de parroquia, pero uno puede salvo algunos casos elegir donde ir a Misa
Y, no elegir nunca al cura, que no sea
ecuménico
Si hay donde formarse ecuménicamente ir,
si, no puede ser bueno, ver los programas de TVE de los cristianos evangélicos,
si uno es católico, o, últimas preguntas, si uno es acatólico
Pero sobre todo, arrancar nuestros
prejuicios, destruir lo malo, lo anti ecuménico en nosotros
Para convertirnos, en cristianos a los que
les duele, no que la túnica inconsútil de Cristo; este rota, sino que su Cuerpo
este despedazado, pues su Cuerpo somos nosotros los cristianos.
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