La experiencia del Sinaí

La experiencia del Sinaí

La experiencia del Sinaí, es decir El Encuentro de Moisés, con Dios, y, del Pueblo elegido, con Dios y con Moisés, como profeta y Mediador, que podemos hacer nuestra como cristianos-

Moisés acude, sube a la montaña, podríamos verlo como un subir a Dios, reconocer que Dios es siempre El Otro, que por mucho que “subamos”, nunca lo alcanzaremos en su Inmensidad, por eso, Él se abajo, se abaja a nosotros, eso Moisés no lo conoció, aunque ya se le dio un “aperitivo”, esa charla intima, que es la oración.

Pero Moisés ve a Dios de espaldas, no se le revela plenamente, a nosotros, si, en Jesús, que no lo comprendamos es por nuestra condición de criaturas.

Y, Moisés, aunque esta con Dios, no está aislado del Pueblo, al contrario, está mediando por él, de hecho Dios lo pone a prueba, cuando el Pueblo cae en la idolatría, sugiriéndole hacerle otro Pueblo, y; Moisés casi se ensarta en una pelea, en la que Dios y él parecen un matrimonio, con un hijo rebelde. Dios demostrando de nuevo que además de Amar es humor. Ya contaba con las infidelidades de Israel, y, con las nuestras.

El pueblo va descubrir que Dios quiere ir a ellos Por Moisés. Hoy, de forma más perfecta tenemos a Jesús, el verdadero y, único Mediador. Pero nos queda una enseñanza

Si la oración personal de cada uno, es aislamiento de sus hermanos, si es un “yo mi me conmigo”, o incluso  si busca un vaciamiento del propio ser en Dios si no le duelen sus hermanos, es cualquier cosa, pero no oración no encuentro con Dios. Como él que vivió Moisés en el Sinaí.