sábado, 21 de enero de 2023

El llanto de los oprimidos. Cuarto día del Octavario


Hemos llegado al Cuarto día
Seguimos con la Reflexión de este año

Isaías 1,12-18

Cuando entráis en mi presencia y penetráis por mis atrios, ¿quién os exige esas cosas? No traigáis más ofrendas injustas, el humo de su cremación me resulta insoportable. Novilunio, sábado, asamblea… no soporto reuniones de malvados. Odio novilunios y fiestas, me resultan ya insoportables, intento en vano aguantarlos. Cuando tendéis las manos suplicantes, aparto mi vista de vosotros; por más que aumentéis las oraciones, no pienso darles oído; vuestras manos están llenas de sangre. Lavaos, purificaos; apartad de mi vista todas vuestras fechorías; dejad ya de hacer el mal. Aprended a hacer el bien, tomad decisiones justas, restableced al oprimido, haced justicia al huérfano, defended la causa de la viuda. 
Venid y discutamos esto, dice el Señor. Aunque sean vuestros pecados tan rojos como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean como la púrpura, como lana quedarán. 
Haz el bien; busca la justicia
(cf. Isaías 1,17)
Buscad la justicia 
Isaías aconseja a Judea que busque la justicia (v. 17), que supone el reconocimiento de la existencia de la injusticia y de la opresión en su sociedad. Él implora al pueblo de Judá que revoque este status quo. Buscar justicia requiere que nos enfrentemos a aquellos que infligen el mal a los demás. No es una tarea fácil y a veces conducirá al conflicto, pero Jesús nos asegura que defender la justicia frente a la opresión conduce al reino de los cielos. “Felices los que sufren persecución por cumplir la voluntad de Dios, porque suyo es el reino de los cielos” (Mateo 5,10). Las iglesias deben reconocer cómo en muchas partes del mundo se han ajustado a las normas sociales y han guardado silencio o se han prestado a una complicidad activa con la injusticia racial. El prejuicio racial ha sido una de las causas de la división de los cristianos que ha desgarrado el Cuerpo de Cristo. Las ideologías tóxicas, como la supremacía de los blancos o la doctrina del descubrimiento, han causado mucho daño, particularmente en América del Norte y en las tierras colonizadas en todo el mundo por las potencias europeas blancas a lo largo de los siglos. Como cristianos debemos estar dispuestos a romper con estos sistemas de opresión y a abogar por la justicia. 
Mi reflexión.
En completo desacuerdo, salvo lo relativo a los EE.UU. Donde los nativos originales fueron exterminados en un genocidio del que presumen en sus películas, y que hace bueno a Hitler, los supervivientes fueron recluídos en reservas por los invasores, cuyos hijos y descendientes siguen gobernando hoy.
Ni España, ni Portugal aunque cometieron injusticias, pues son humanos cometieron los crímenes que los ingleses y sus hijos los yanquis, ahi está el mestizaje, los salvamos de religiones demoníacas donde hasta el canibalismo era rito sagrado.
Las Iglesias, es decir los cristianos a lo largo de la historia  no se separaron por colores, sino por disputas teológicas, salvo los anglicanos a los que separó Enrique VIII, por sus cojones, es la única separación no teológica, el rey quería cambiar de cama, cambiar la esposa por la puta.
Todos los demás fue con culpa de ambos lados en qué grado, Dios lo sabe, pero fue por intentar mejorar la Iglesia, o preservarla.
Eran de la misma raza los de un lado, y los del otro, y no me refiero a la humana, no digo raza en sentido corriente.
Sí pudiese hablar con los cristianos que han hecho este Octavario, les recordaría ir al psiquiatra.
Se propone como lema
Ahi está el llanto de los oprimidos
Y, yo diría que sí, pero que no lo podemos dejar solo en sus personas negras, ni blancas ni de  ninguna raza, sino en cualquiera privado de sus derechos, como los pieles rojas, sioux, etc. a quienes los abuelos de estos minesotianos asesinaron, o recluyeron en reservas, a los pueblos cuyas dictaduras EE.UU. Consiente, o fomenta o mira para otro lado, y cada uno en su país y a nivel personal y eclesial lo mismo, y lo peor aquellos de los que no se oyé el llanto, porque los han matado antes de nacer, y me da que muchos de los cristianos que han hecho o preparado este octavario han tenido parte  o apoyan el horrendo crimen del aborto, contra el que todos los cristianos hemos de luchar unidos, y no solo los cristianos toda la gente buena.
Dice una canción de Perales
“Cantemos por esos que no cantarán porque han apagado su Voz”
Pues bien, oremos y luchemos por los oprimidos de los que no se escuchará el llanto, porque los han asesinado antes de nacer en el vientre de sus madres con la bendición de leyes injustas e  impías.
Por eso le pedimos que Perdone nuestras culpas, nuestros pecados contra La Unidad, y que nos una a todos en La Única Iglesia de su Hijo, la que nació de su Costado herido, la que es su Cuerpo y Esposa, para que seamos Uno, como Ellos el Padre, el Hijo Jesús, parido por María Virgen, y la Ruhaj divina El Espíritu Santo, son el Único Dios, a fin de que el mundo crea que Jesús vino al mundo, y reciba la Salvación.
María Virgen paridora del Verbo, Madre y Hermana acompáñanos en el Camino de La Unidad, como acompañaste a los discípulos de tu Hijo, cuando esperaban el Don de lo alto, que el Viento del Espíritu aletee sobre todos los cristianos, y nos lleve a la plena Unidad
Hermano Pablo VI, que abrazaste al hermano Athenagoras, sabiendo que abrazabas a Cristo. Acompáñanos en el Camino de la Unidad
Hermano Juan Pablo II, que luchaste por buscar la Unidad de todos los cristianos. Acompáñanos en el Camino de La Unidad
Hermana María Gabriela Saghedu, que ofreciste tu vida por los hermanos no católicos pero si cristianos acompáñanos en el Camino de La Unidad
Hermanos de todas las Iglesias que vertisteis vuestra Sangre como testimonio de La Fe en el Resucitado. Acompañadnos en el Camino de La Unidad
Hermano Luther Küng, mártir por defender la dignidad de todo ser humano.Tú que soñaste con un mundo mejor donde todos seamos hermanos. Acompáñanos en el Camino de La Unidad
Hermano Benedicto XVI que supiste confirmar a la Iglesia en su vocación ecuménica. Acompáñanos en el Camino de La Unidad

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