lunes, 16 de marzo de 2015

Papa Francisco en el Encuentro Ecuménico de religiosos y religiosas

Palabras del Papa Francisco sobre la unidad de los cristianos:
1. Día 24-01-2015.
 A los participantes en el Encuentro Ecuménico de religiosos y religiosas: Conversión, oración y santidad de vida para la Unidad de los cristianos
2015-01-26 Radio Vaticana


Cardenales,
Queridos hermanos y hermanas:
Os doy mi cordial bienvenida y las gracias al cardenal Braz de Aviz por las palabras que me ha dirigido en nombre de todos. Estoy encantado de que esta iniciativa ha reunido a los religiosos y religiosas de las diversas Iglesias y Comunidades eclesiales, a quienes extiendo mis más cordiales saludos. Es particularmente significativo que la reunión se lleve a cabo durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos; cada año nos recuerda que el ecumenismo espiritual es "el alma del movimiento ecuménico", como ha señalado el Consejo Decreto UR (n. 8), que recientemente se ha celebrado el 50 aniversario.
Permítanme compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la importancia de la vida consagrada por la unidad de los cristianos.
El deseo de restaurar la unidad de todos los cristianos está naturalmente presente en todas las Iglesias y cubre tanto clérigos como laicos (cf. ib., 5). Pero la vida religiosa, que tiene sus raíces en la voluntad de Cristo y en la tradición común de la Iglesia indivisa, no duda de una vocación particular en la promoción de esta unidad. Además, no es una coincidencia que muchos pioneros del ecumenismo han sido hombres y mujeres consagradas. Aún así, varias comunidades religiosas se dedican intensamente a este objetivo y son lugares privilegiados de encuentro entre cristianos de distintas tradiciones. En este contexto, también me gustaría mencionar la comunidad ecuménica, como la de Taizé y el de Bose, ambos presentes en esta entrevista. A la vida religiosa pertenece la búsqueda de la unión con Dios y de la unidad dentro de la comunidad fraterna, e hizo de manera ejemplar la oración del Señor "para que todos sean uno" (Jn 17,21).
Vuestro encuentro se realizó en el Instituto de patrística Agustiniano. San Agustín comenzó su gobierno con la siguiente declaración, particularmente elocuente: "La razón fundamental por la que están reunidos juntos es que vivir por unanimidad en la casa y tener una sola alma y un solo corazón el camino hacia Dios" (I, 3). La vida religiosa nos muestra precisamente que esta unidad no es el fruto de nuestros esfuerzos: la unidad es un don del Espíritu Santo, que crea la unidad en la diversidad. También revela que esta unidad sólo se puede lograr si caminamos juntos, si seguimos el camino del amor fraterno y de servicios, en la recíproca acogida.
No hay unidad sin la necesaria conversión. La vida religiosa nos recuerda que el centro de cada unidad de investigación, y por lo tanto de todos los esfuerzos ecuménicos, hay primero una conversión del corazón, la cual consiste en la aplicación y concesión del perdón. En gran parte consiste en una conversión de nuestra propia mirada: tratar de buscar entre sí en Dios, y saber cómo llegar desde el punto de vista del otro: aquí hay un doble desafío vinculado a la búsqueda de la unidad, tanto dentro comunidades religiosas, como entre los cristianos de diferentes tradiciones.
No hay unidad sin la oración. La vida religiosa es una escuela de oración. El compromiso ecuménico responde, en primer lugar, a la oración del Señor Jesús, y se basa esencialmente en la oración. Uno de los pioneros del ecumenismo y gran promotor de la Octava para la Unidad, Padre Paul Couturier, utilizó una imagen que ilustra la relación entre el ecumenismo y la vida religiosa: comparó los que oran por la unidad, y el movimiento Ecuménico en general, a un "monasterio invisible" que reúne a cristianos de diferentes iglesias, de diferentes países y continentes. Queridos hermanos y hermanas, ustedes son los primeros líderes de este "monasterio invisible": Os animo a orar por la unidad de los cristianos y traducir esta oración en las actitudes y los gestos cotidianos.
No hay unidad sin la santidad de la vida. La vida religiosa nos ayuda a tomar conciencia de la llamada dirigida a todos los bautizados: la llamada a la santidad de la vida, que es el único camino verdadero hacia la unidad. Los aspectos más destacados con palabras incisivas decreto conciliar UR: "¿Te acuerdas de todos los fieles, que la mejor promoción e incluso viven en la práctica, la unión de los cristianos, ¿cuánto más será estudiado para llevar una vida según el Evangelio. Para el más cerca de su unión con el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, la más íntima y fácilmente hacer la fraternidad mutua»(n. 7).
Queridos hermanos y hermanas, en la expresión de mi gratitud por el testimonio, con su vida, que hacen que el Evangelio y por el servicio que ofrece a la causa de la unidad, ruego al Señor bendiga abundantemente su ministerio y para inspirarle a trabajar incansablemente por la paz y la reconciliación entre todas las Iglesias y comunidades cristianas. Les pido que por favor oren por mí y te bendigo cordialmente. Pedimos a la bendición del Señor orando, cada uno en su propia lengua, la Oración del Señor.
La recitación del Padrenuestro
Que el Señor nos bendiga a todos.




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