viernes, 20 de marzo de 2015
Reconocimiento de los dones ajenos
Una de las cosas primordiales en el diálogo ecuménico, y, en la búsqueda de la Unidad, es que sepamos reconocer los dones, que Dios ha dado a las demás Iglesias, y, comunidades cristianas, que sepamos ver todo lo bueno, que hay en ellos, y, no me refiero a verlo, desde las alturas, si no, agradeciéndole a Dios por ellos, y, tomarlos como propios, los católicos, tenemos mucho que aprender de los demás cristianos, todo lo bueno, que hay en ellos, como su amor a la Escritura, viene de Dios, como la búsqueda de la Unidad, que la empezaron ellos
Sin embargo el aceptar los dones del otro, no puede ser en plan parásito, si no que es para reconocer, y, agradecer también los que tenemos nosotros, y, ponerlos a disposición de los otros hermanos, pero no sólo los dones, si no aprender a darse uno mismo, y, eso significa no ir con mentiras, ni disfraces
Por ejemplo el culto a María, sin desviaciones idolátricas, si no un culto bíblico, donde Jesús es el centro, sabiendo que sólo hay un Mediador, pero que sin María no habría Mediador, es algo que los católicos no debemos ocultar a los demás hermanos, si creemos que todo lo que esta en la Biblia para nuestra enseñanza fue escrito, hay más puntos a favor del culto mariano, en la Escritura, que a la lectura orante de la misma
Esto es un ejemplo, otro podía ser, la fidelidad al Papa, el que sea, el sentir a Jesús en LA EUCARISTÍA, como una Persona Viva
Los dones de todos los cristianos no son nuestros, son de Dios, por eso, nadie puede acapararlos, ni despreciar los ajenos
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