Dios da su Espíritu Santo también a los cristianos que están fuera de la
comunión visible, con La Iglesia Católica. y a cualquier hombre
Dios dice Santiago, en su Epístola, no hace acepción
de personas, para Él todos somos iguales, por lo tanto no va poner condiciones,
a nadie, da sus dones a todos, y, da el primer Don, que es Él mismo, que es el
Espíritu Santo
Lo da a los cristianos católicos, pues sin Él no podríamos
confesar a Jesús, porque como dice La Escritura, “Nadie puede confesar a Jesús,
como Señor, si no es en el Espíritu Santo”
El Espíritu nos guía, nos da fuerza, nos ilumina, lo
único que no hace es forzarnos, si lo echamos fuera, como todo un Caballero él
se va, pero como todo enamorado no deja de rondar e insistir para volver a
entrar
Los demás cristianos aquellos que aún no están en la
plena comunión visible, también reciben el Espíritu Santo, con Él, y gracias a
Él se mantienen fieles a Jesús, aman La Escritura, y encuentran a Dios en Ella,
conservan muchos sacramentos, y ritos sagrados, han sido ellos, los que han
puesto en marcha el movimiento ecuménico, mejor dicho, ha sido El Espíritu
Santo
Y, los demás los que no saben ni que existe, pues
también, tampoco Simeón el anciano judío, sabía que existía, y sin embargo fue
Él quien le reveló, que “no vería la muerte, sin ver al Mesías”
Así, que todo hombre de buena voluntad, recibe y es guiado
por el Espíritu Santo, para que obre el bien, así está confesando aunque no lo
sepa, que Jesús es el Señor resucitado, guiado a la Iglesia, algunos a su parte
visible, otros, lo serán a la Triunfante
Naturalmente si Dios no se impone a los cristianos
tampoco a los demás, quien se obstina en el mal, puede que acabe consiguiendo
lo quiere, ser un malvado
Pero incluso a los aborteros, a los yihadistas, a los
blasfemos se les ofrece la conversión, si quieren, y con ella va el Espíritu
Santo, es más sin él no pueden convertirse, ni ellos ni nadie
Si Dios sólo lo diese a los católicos, o sólo a los
cristianos, no sería un don, gratuito, dependería de ciertos actos
Y, El mismo Espíritu Santo, nos dice por Pablo que todo es Gracia, es decir todo es Don gratuito, y el
primer Don que viene con todos los suyos es el Espíritu Santo, que Dios da a
todos
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