El otro es siempre un don
Cualquier persona con la que
nos encontramos en la vida
Es siempre un Don de Dios, un
regalo
Siempre es alguien en el cual
Dios se acerca
Para ayudarnos
O para pedirnos ayuda, y, que
podamos hacer algo por Él, por Dios
Para enseñarnos
O para que nosotros le
enseñamos
Para corregirnos
O, para que lo corrijamos
Para orar por nosotros
O para orar con nosotros
O para que oremos por él
No confundir claro está a las
personas con las burradas que puedan hacer, esas sí que no son Don, pero la
persona, el otro siempre
Máxime si es un hermano, un
bautizado
Por ello quienes se cierran
al diálogo pretextando que el otro no es de su Comunidad, de su Iglesia, sin
saberlo se están cerrando a Dios
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