El Padre quiere que todos vivan en Jerusalén
No se trata la Jerusalén física, si no de la Jerusalén celeste, que es
La Iglesia triunfante
Dios como nos dice por el profeta, desea que todos los hombres, sean
llevados a Jerusalén, no a la terrena que es símbolo de la celeste, si no a la
celeste, a la edificada sobre los Apóstoles, y, los patriarcas, a la que vio
Juan en Patmos, la que no tiene más luz que el propio Dios que la ilumina
En donde no hay mar, ni nada que separé
Donde no hay ni llanto, ni luto, ni duelo, ningún mal, porque todo es
nuevo, y, Dios hará, ya lo hizo por Jesús que incluso los nacidos fuera de
Jerusalén consten como nacidos en Ella
Es decir Dios quiere la salvación, y, el triunfo de sus hijos, pero no
lo impone, quien se empeñe en el NO, ahí se quedará, Dios nos libre de
pertenecer al grupo del NO, y, el No se puede decir siendo miembro de la Jerusalén
terrena, no en sentido político, sino siendo miembro de La Iglesia, como se
puede decir si, no siendo miembro
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