sábado, 20 de enero de 2018

Llegamos al tercer día de oración por La Unidad





Estamos ya en el 3º día del Octavario. Me quedo con el Evangelio, y, con el párrafo

Mateo 18, 1-7

“Ay del mundo por los escándalos, porque no puede menos de haber escándalo, pero ay, de aquel por quien viniere el escándalo. Y, al que escandalizaré a uno de estos pequeñuelos que creen en mi mejor le sería que le atasen al cuello una rueda de molino, y, lo echasen al mar”

Etimológicamente, “escandalo” era la piedra que se ponía para hacer tropezar al ciego, en el sentido al que se  refiere Jesús, es  todo acto que lleva a otro, a caer en la tentación. 

Durante mucho tiempo, escándalo estuvo unido al sexo, pero escándalo no es vergüenza, si con mi conducta hago dudar a otro de la existencia de Dios, lo estoy escandalizando, sin que tenga que mediar el sexto mandamiento, para nada

Y, los cristianos escandalizamos al mundo con nuestras divisiones, con nuestros enfrentamientos, decimos que somos seguidores de Jesús muerto y resucitado, que nos mandó amar incluso a los enemigos, y, nos odiamos, nos insultamos, nos despreciamos haciendo que él no cristiano dude de Cristo, dude de que haya resucitado, de que nos mandase amarnos unos a otros, y, menos amar al enemigo
Con nuestras divisiones herimos el Cuerpo de Cristo, y, escandalizamos a los no cristianos

Por eso, es urgente sigamos orando, para que Dios se apiade de nosotros, y, nos conceda cuando, Él quiera el formar parte de La Iglesia de su Hijo, que es Su Cuerpo

Reflexión
El libro del Éxodo muestra la solicitud de Dios por los cautivos. La revelación de Dios a Moisés en el episodio de la zarza ardiente fue una declaración poderosa de su voluntad de liberar a su pueblo. Dios vio sus penalidades, oyó su grito y vino para liberarlos. Mientras que la sexualidad es un don de Dios para las relaciones humanas y la expresión de la intimidad, el mal uso de este don a través de la pornografía esclaviza y devalúa tanto al que se dedica a producirla, como al que la consume. Dios no es insensible a esta situación y los cristianos son llamados a ser igualmente solícitos.
San Pablo dice que estamos llamados a glorificar a Dios con nuestros cuerpos, lo que significa que todas las dimensiones de nuestra vida, incluidas nuestras relaciones, pueden y deben ser ofrenda agradable a Dios. Los cristianos deben trabajar juntos para construir un modelo de sociedad que defienda la dignidad del ser humano y que no incite a pecar a los más pequeños, sino que, al contrario, los capacite para que vivan en libertad, que es la voluntad de Dios para ellos.
Con la condena a la pornografía, a la prostitución, y trata de blancas, contra lo que debemos luchar todos los cristianos unidos, al tiempo que buscamos nuestra Unidad en el Cuerpo de Cristo

Oración
Por tu gracia divina, Señor,
restaura nuestra mente y nuestro cuerpo.
Crea en nosotros un corazón limpio y una mente pura
para que podamos dar gloria a tu Nombre.
Que tu Iglesia se mantenga unida en un mismo propósito
para la santificación de tu pueblo.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo,
que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
La diestra de Dios
está sanando en nuestra tierra,
sanando cuerpos, mentes y almas quebrantados;
tan maravilloso es su roce,
con un amor que tanto significa,
cuando somos sanados
por la diestra de Dios.

María Gabriela Saghedu, monja trapense. Ruega por nosotros
Mártires cristianos de todos los tiempos. Rogad por nosotros
Pedro y Pablo. Ruega por nosotros
Lutero, hermano que buscaste La Verdad en tu debilidad. Ruega por nosotros
Madre Teresa.                        Ruega por nosotros
Hermano Roger de Taízé.         Ruega por nosotros
Cardenal Newman.                 Ruega por nosotros
María Virgen, Madre de Jesús, y todos sus hermanos. Ruega por nosotros

Te lo pedimos Padre, guiados por tu Santo Espíritu por Jesús, tu Hijo, único Mediador
Lema de este día. Vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo
Otras lecturas de este día
Éxodo 3, 4-10
Dios libera a los cautivos
Salmo 24, 1-6
Esta es la generación de los que anhelan tu rostro, Dios de Jacob
1 Corintios 6, 9-20
Glorificad, pues, a Dios con vuestro cuerpo
Mateo 18, 1-7
¡Ay de aquel que incite a pecar!




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