La Magdalena como tantos cristianos piensa que le robaron a su Maestro
María de Magdala amaba a Jesús, no con el amor sucio del maldito Dan
Brown, sino como hermana, como discípula, y, amaba el concepto que ella se iba
forjando de Jesús
Asistió a su muerte, y, el primer día de la semana vuelve al sepulcro,
a buscar el cadáver para ungirlo. Ella no cree en resurrecciones, ve la tumba
vacía, y, piensa en un robo
A muchos cristianos les pasa, nos pasó alguna vez así, pensamos que nos
“habían robado a Jesús”, “nos han cambiado la religión”
Vivíamos una fe ritual, sabíamos hablo como cristiana católica unos
dogmas, un enunciado, sabíamos que no creíamos, de nuestro corazón a
nuestra mente, había un trecho, a esto a
veces se añadían mezclando todo, verdades, dogmas, opiniones, hasta leyendas
El mundo nos desmentía todo, no encontrábamos asideros, Dios era
presentado como un dios, todo se nos venía abajo, “nos lo habían robado”, unos
mediante el estudio de la teología, de la Biblia que llevaría a una oración
bíblica, en grupos de oración, de ecumenismo activo, que tumbaba nuestro viejo
concepto de quien es Jesús, pensaban, pesábamos dónde me metí, voy perder la
Fe, hasta que como la Magdalena descubrimos que Él esta vivo, que no perdimos
la Fe, perdimos la ignorancia la Fe la recobramos, ahora sabemos dónde está
podemos tratarlo de Tú a tú, pues esta vivo, ya no lo buscamos entre los
muertos en viejas tradiciones, no confundir con la Tradición, ni en leyendas
Nadie nos lo robo
Simplemente él que pensamos que era, no era
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