viernes, 16 de abril de 2021

La Gracia inesperada


Sorprendernos por la gracia inesperada.

Los cristianos de todas; las Iglesias y, Comunidades tenemos que dar gracias a Dios, por su Gracia inesperada, durante un tiempo, mucho por nuestras separaciones fuimos enemigos unos de otros
Pero Dios movió en 1910 en Edimburgo a laicos y clérigos  anglicanos, que movidos por el Espíritu Santo, oraban y buscaban la Unidad entre todos los cristianos, porque el mundo no podía creer en Jesucristo, si veía a sus seguidores separados
En 1968 se suma La Iglesia Católica de Roma; sumándose a la semana de oración por La Unidad, guiados por  el Espíritu Santo, los cristianos ya no insultamos a los otros cristianos, ya no son, herejes, papistas, cismáticos.. sino, hermanos separados
Sigue soplando la Gracia, Pablo VI, de rodillas pide perdón a Athenagoras, patriarca ortodoxo, por primera vez La Iglesia católica, reconoce que sus miembros también son culpables del pecado de la división
Aumentan los diálogos ecuménicos
Llega Juan Pablo II, se aprueba el documento sobre la Justificación entre Las Iglesias católica y luterana, y, otros más, El Papa incrementa en todos sus viajes, encuentros con hermanos de otras Iglesias y Comunidades cristianas, la Encíclica, “Ut unum Sunt”, ( “Que todos sean Uno”), marca un nuevo rumbo, jamás soñado; “ Orientale Lumen”, ( Luz de Oriente), es otro paso, este sobre las Iglesias Orientales
Se celebra el día de los testigos de la Fe, en él que se invoca la intercesión de aquellos cristianos de distintas Iglesias que murieron por ser fieles al Evangelio
Ya no hay hermanos separados, hay hermanos, con los que aún no se esta en plena comunión, pero a los que se trata de conocer, con los que se ora, y, por los que se ora.
Llega Benedicto XVI. El diálogo se identifica cada vez más
Llega Francisco, sigue el diálogo, ya no somos hermanos que no están en plena comunión, si lo somos, pero somos más somos “hermanos de sangre, de la sangre que Jesús vertió por cada uno, de la sangre que tantos hermanos vertieron y vierten por Jesús”
y, El Espíritu Santo, sigue soplando, todo es una Gracia inesperada
Sigamos orando. 
“Para que seamos Uno, con las Tres Personas divinas son Un solo Dios, para que el mundo crea en Jesús y se salve.”

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