jueves, 29 de abril de 2021

Mujeres valientes XXVI.Teresa de Ávila


Mujeres valientes XXVI. Teresa de Avila, Santa Teresa de Jesús
Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, nace en Avila el 28 de marzo de 1515, fruto del segundo matrimonio de su padre D.Alonso Sánchez de Cepeda, con Doña Beátriz Dávila y Ahumada
A la edad de 12 años, Teresa perderá a su madre
Aficionada a la lectura desde niña, ya que su padre siempre procuraba que hubiéra libros en su casa, al alcance de todos sus hijos y criados, movida también por los libros sobre mártires que le regalaba un tío suyo, y, su desbocada imaginación, a la que ya en edad madura, llamará “ la loca de la casa”, emprende camino con su hermano Rodrigo a tierra de moros, para ser mártires, el viaje no va muy lejos, y, son devueltos a su hogar
Ya en la adolescencia y primera juventud le da a Teresa por las novelas de caballerías, y, D. Alonso temiendo que esas lecturas la perturben la ingresa en las monjas agustinas
Allí Teresa luchará consigo mismo
Ya en el mundo, es decir en la vida secular, entrará en la Orden del Carmelo, aunque D. Alonso no sea muy partidario, pero  como buen cristiano cede
Teresa sufre toda su vida, de graves males físicos
Con todo se decide renovar la Orden del Carmelo, para volver la a sus origenes, para esto ha de sufrir muchas travas, aunque también es cierto tuvo grandes colaboradores, junto a ella estará como reformador de la rama masculina de la Orden del Carmen, el joven fraile y poeta, Juan de La Cruz, San Juan de La Cruz
Teresa es mujer, en una época en que ser mujer, era menos que ser nada, sí se quería alabar a una mujer, se decía que era “varonil”

Por mandato de sus confesores, y, por lo que Dios le infunde en la oración, Teresa escribe, El libro de su Vida, Fundaciones, El Castillo interior...
Son obras donde Teresa va desnudando su alma, y, muchas cosas que dice, no gustan al Santo Oficio, porque las ven impropias en una mujer, algunas se le ordenan tache lo escrito, y, escriba lo que se le manda, ella obediente siempre lo hace, como si fuera una broma del Esposo, con el tiempo lo tachado resistió y se borró el tachón, así como lo que había sido dictado. 
Eso sí no estuvo nunca en las cárceles de la Inquisición, y, algunos inquisidores llegaron a ser muy buenos amigos suyos, y, sus confesores
Era el tiempo de los iluminados, el tiempo en que Lutero en Alemania, daba el golpe a la Unidad de La Iglesia, era normal que todo escrito espiritual, o religioso se mirase con lupa
Pero a veces había inquisidores que un poquito burros, juzgaban como perniciosos libros que no lo eran, entendían que la mujer no podía meditar, La Biblia por decisión de Felipe II, sólo se podía leer en latín, hay eso sí que recordar que el latín era segunda lengua de todas las personas con una cultura media, que eran las que sabían leer, pero había libros que se debían vetar a las mujeres uno de ellos era El Cantar de los Cantares, y, desde luego nadie podía comentarlo
Pero el caso es que Teresa, lo plasma en “El Castillo interior”, y, eso la pone en entredicho, aunque la cosa hubiéra pasado desapercibida, de no haberselo dejado ella, a Doña Ana de Mendoza, con el ruego de que no lo pasase a nadie, pero Ana de Mendoza, la príncesa de Ebolí, hizo chiste y guasa del libro, y, así la noticia llego al Santo Oficio
Muchos de los libros que tenía Teresa fueron requisados y algunos quemados
Teresa obedecía, pero oraba para que la persona eclesiastica que le había dado la ordén rectificará

Narró también sus esperiencias misticas, que logicamente no podían ser comprendidas
Además no se cansaba de fundar, para muchos la reforma del Carmelo ya era algo que no hacía falta, por supuesto a muchos calzados no les gusto

Y, sobre todo lo que no gustaba era que rechazase las rentas, las monjas llevaban no sólo su dote si no que percibían una especie de renta, ya de su familia, ya de digamos partidarios, pero Teresa quiere monjas que no dependan más que de la Providencia, por tanto han de vivir de limosna

Y, eso las grandes familias que eran las que solían aportar alguna hija, no lo ven con buenos ojos

Teresa seguira adelante, apoyada en El Esposo, (Cristo), sin decaer, hasta fallecer en Avila el 4 de octubre de 1582, la reforma del calendario gregoriano, hara que la fecha de su fallecimiento, pasé a ser el 15 de octubre

En la conversación con su amiga Guiomar, le contará que siempre le dió miedo la vida de casada, la mujer casada pasaba toda su vida sometida al marido, de embarazo en embarazo, muchas morían en el parto, por eso en principiom, había optado por la vida religiosa, de hecho su conversión no se daría hasta los 35 años, ante una imagen de Jesús atado a la columna
Nunca tuvo Teresa reparo en ocultar sus fallos, sus debilidades
Es no sólo una gran santa, fundadora, doctora de La Iglesia, por decisión de Pablo VI, sino también una gran escritora, tanto en prosa como en verso
Mujer valiente, porque no se doblego ante la situación de la mujer de su época, porque al tiempo que se sometía, seguía luchando, una mujer que aunque no fue feminista, ni dijo nunca que el hombre era igual a la mujer, lo demostró con su vida
y, para las mujeres cristianas una gran intercesora, y, para las judías, pues su abuelo fue un judío converso.

Próxima. Teresa de Lisieux

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