Compartir los Bienes entre nosotros
Los cristianos tenemos que compartir los bienes que Dios nos ha dado entre nosotros y con los demás seres humanos, y seres de la creación
San Pablo nos recuerda que quien teniendo bienes terrenos deja que otro pase hambre, no tiene en él la Caridad de Dios.
Pero hay otros bienes que es aún más urgente y necesario compartir, y alegrarnos por los hermanos que los tienen
El primero La Verdad conocida, no se puede imponer la verdad a nadie, y, menos juzgar y condenar a otro hermano, porque la desconozca.
Sí que de lo que se trata, es primero estar seguro de que eso que yo afirmó es verdad, es Fe eclesial, y no otra cosa, luego conocer La Iglesia o Comunidad del otro hermano, para saber si forma parte de su “credo”.
Y, entonces sin juicios, si manifestar lo que se cree y por qué, y, atender a lo que el otro hermano comparte con nosotros, incluyendo él porque no cree, y, porque cree, con respeto y Caridad, pues mientras crea en la Trinidad, en la Encarnación, en la Redención y en la Resurrección, y, este bautizado en el Nombre de La Trinidad es cristiano.
La segunda cosa a compartir es la oración, orar unos por otros
La Escritura, su estudio sin ocultar que por ejemplo los cristiano católicos tenemos más libros, pero a veces los tenemos cogiendo polvo
Admirar y agradecer a los otros cristianos su amor a la Biblia, pero cuando sea posible hacer les ver el riesgo de fanatismo en que caen algunos por su apego a la letra
La Eucaristía, la donación total de Jesús, actualizando que no renovando, el Sacrificio y entrega de toda su Vida que culmina en el Calvario y en la Resurrección
Estó no lo podemos compartir todavía, ni siquiera salvo excepciones con los cristianos ortodoxos que tienen fe eucaristica, y no podemos porque nuestra Unidad aún no es total.
Por eso se impone la oración, y, la busqueda de La Unidad, para que Dios nos una, y, seámos Uno como Las Tres Personas divinas son Un solo Dios, y, entonces sí podremos compartir y celebrar La Eucaristía, pero ahora podemos compartir La Palabra, donde también aunque de otro modo Jesús se nos da.
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