Así de fuerte es el Amor de Dios por el mundo que lo rechaza, y, lo rechaza por nuestra culpa, porque al vernos divididos y enfrentados, deduce que es mentira que el Hijo de Dios haya venido al mundo, y, haya muerto y resucitado para salvarlo
Dios quiere salvar al mundo, pero nosotros con nuestras divisiones lo impedimos, por ello tenemos el deber la obligación moral de orar juntos y unos por otros de colaborar con Dios, para que nos Una en La Iglesia Cuerpo y Esposa de su Hijo, para que el mundo crea en Jesús el Cristo muerto y Resucitado, glorificado a la Derecha de Dios, y, sea salvo.
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