viernes, 3 de marzo de 2017

Convivir con otras religiones








Convivir con otras religiones

El problema,  o, la falta del problema, es que aquí los no cristianos, aunque cada vez sean más, son gentes  que vienen trabajar a España, inmigrantes, y, muchas veces, personas que acuden a Caritas,  con lo que el diálogo, es más difícil,  por la razón de que aunque no se quiera, siempre se van a sentir mirados de arriba abajo, y, el diálogo, va ser un poco interrogatorio, no que lo sea, si no que lo van a ver así, nada que ver pues, con lo que pueda suceder en otros países, donde uno, compra el pan, al vecino, islámico, que le recuerda, que el viernes cierra, pues se va a la mezquita

Aclarada esta tontería, para dialogar tenemos que saber, y, salvo excepciones no sabemos,  el diálogo religioso, y, hasta el futbolero, exige,  no ir dar lecciones,  escuchar al otro, primero, y, para escucharlo,  uno, tiene que estar convencido, de que puede decirle algo, interesante, si no oye, pero no escucha, dejar hablar, y, atender al que habla, y, después responder, hablar, decir lo que uno tiene que comunicar, y, en que esta de acuerdo, y, en que no,  pero sin juicios,  sin lo mío es mejor, ni peor, es tener el coraje incluso, cuando ya el diálogo es entre amigos, de preguntarle por ejemplo a los islámicos, porque son tan bestias, como pueden llamar le martirio, a suicidarse, asesinando

Todos pueden enseñarnos, recuerdo, hace unos años,  en las fallas de Valencia, un grupo de hindúes, exigieron se sacaran las imágenes de su dios, Ganesh el elefantito, de una falla, eso es una enseñanza para los cristianos que consentimos se blasfeme contra Jesús, también los islámicos nos enseñan a pedir el respeto a nuestras creencias, como ellos las exigen a las suyas, aunque no con los mismos métodos

También hemos de hacer auto crítica, pero  con conocimiento histórico, por ejemplo no olvidar que España, fue invadida por los árabes, así, que los reyes católicos no les quitaron nada, recuperaron lo nuestro
¿Pero el dialogo es posible?, sinceramente, creo que sí, aunque no, con todos  los islámicos, yo no puedo dialogar con quien me puede volar por los aires, no, es que no les quiera, si, pero les tengo miedo, la verdad es que tampoco les quiero


Los cristianos no podemos olvidar quien somos, y, antes que dar testimonio de palabra, que también, y, cuando se nos pida, como decía, San Pablo, hemos de darlo con nuestra vida

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