jueves, 2 de marzo de 2017

LA VIDA ESPIRITUAL Y LA DENUNCIA SOCIAL SON LOS DOS PIES CON LOS QUE HAY QUE CAMINAR”





LA VIDA ESPIRITUAL Y LA DENUNCIA SOCIAL SON LOS DOS PIES
CON LOS QUE HAY QUE CAMINAR”

Entrevista de Revista Teológica-Ateneo Teológico a Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE)


Fue en su día (1995) el obispo más joven de la Comunión Anglicana. Es el quinto obispo de la más antigua de las denominaciones evangélicas en España, la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE), fundada en 1868. En la reciente IX Asamblea celebrada en Porto Alegre ha sido nombrado miembro del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias. Manuel López le entrevistó en la Iglesia Catedral protestante de la calle Beneficencia de Madrid.


Después de largos años en los que la representación española no pasó de simbólica, el Consejo Mundial de Iglesias acoge a un miembro español en su Comité Central. ¿Cómo se lleva este peso añadido a la púrpura episcopal?
No hay púrpura; sólo el color… Yo creo que una parte importante de mi papel como obispo es representar a mi Iglesia en el extranjero. El protestantismo español se desarrolla en un contexto mayoritario católico y es por eso por lo que necesita salir. Para mí es importante poder representar a España en un forote iglesias mayoritarias, como es el Consejo Mundial de Iglesias

Las críticas más comunes al CMI desde la órbita no ecuménica coinciden en señalar el desequilibrio entre un “excesivo” posicionamiento de la organización ecuménica a favor de la justicia social frente a un “escaso” interés en los temas espirituales. ¿Cómo reequilibrar ambos objetivos?
Esas críticas no son justas. Las personas que las hacen ignoran que el CMI da una gran importancia a los aspectos espirituales. Las críticas vienen de los años sesenta y setenta, en que el Consejo Mundial de Iglesias no se cruzó de brazos ante temas como el apartheid y la descolonización en Sudáfrica, dictaduras sanguinarias en América Latina o injusticias sociales en Asia.
En esta IX Asamblea, el arzobispo Desmond Tute se define a sí mismo como un producto del CMI. No, el CMI no ha descuidado los aspectos espirituales; de hecho hay una Comisión dedicada a trabajar en los aspectos teológicos, Fe y Constitución. Las celebraciones cúlticas tienen gran importancia. La sede del CMI tiene una capilla ecuménica que es usada dos veces al día por las personas que trabajan allí. El CMI es muy consciente de que la vida espiritual y la denuncia social son los dos pies con los que hay que caminar. Si tuviera un solo pie, no podría caminar bien. Con todo, creo que el Consejo debería enfatizar más las denuncias de la situación que se está dando en Oriente Próximo. En este momento es el punto más caliente del planeta y requiere posiciones de denuncia tan claras como el Consejo defendió en los años sesenta y setenta en otras partes del mundo.

Superada la crisis de una amenaza de escisión del CMI del mundo ortodoxo, ¿en qué estado se encuentra ahora la estrategia de acercamiento del Consejo al mundo pentecostal?
Creo que el CMI es consciente de que las iglesias pentecostales son una fuerza emergente dentro del cristianismo y que tienen una gran importancia en África, Asia y especialmente en América Latina. En la IX Asamblea se ha puesto de relieve la importancia de las iglesias pentecostales en América Latina. Me gustaría destacar la intervención de un líder pentecostal argentino que recordó dos cosas: una, que las iglesias pentecostales en América Latina han cambiado su política de confrontación con la Iglesia Católica y dos, que tienen el derecho a ser tratadas como iglesias plenas, y no como grupos religiosos con comportamientos sectarios.

La incorporación de la mujer a las estructuras del CMI va siendo poco a poco un hecho. Pero ahora es otro colectivo, el de los jóvenes, el que reclama su cuota, insatisfechos con el 15 por 100 que les ofrece el Comité Central…
Sé que lo que voy a decirte no es muy popular, pero yo no estoy de acuerdo con las cuotas. Yo creo que la representación de un colectivo debe estar en función de su capacidad y su eficacia para hacerse representar. No sirve que una persona sea elegida para un cargo por ser joven o mujer, sino por ser responsable y eficaz para el cargo. Está bien establecer unas cuotas mínimas, que aseguren una cierta representación de colectivos que en algunos casos no están bien representados. Pero deber ser la cualidad de la persona la que prevalezca en cuestión de representatividad.

En España sigue sin estar de moda el ecumenismo por la doble razón de la ausencia de ”proselitismo” de las iglesias miembro del CMI* y la falta de interés de las iglesias que se mantienen fuera de los entornos del CMI. ¿Qué fórmulas te propones impulsar desde el Comité Central del CMI para sacar al ecumenismo de la “vía muerta”?
En primer lugar, debo recordarte que soy una persona muy humilde, poca cosa para sacar al ecumenismo de la vía muerta. La información es vital para que los prejuicios desaparezcan. En este sentido, me propongo informar a todas las iglesias, miembros y no miembros del CMI de la Península Ibérica actividades del CMI en España y también promover algunas. Mi esperanza es que en estos cuatro años pueda haber alguna reunión del Comité central aquí en España.

El creciente fenómeno de los “cristianos sin iglesia” no parece tener cabida en la agenda del CMI, monopolizada por los puntos fuertes de los programas de actuación de las distintas iglesias. ¿Cuándo va a dar cabida el Consejo a la participación de creyentes a título personal?
Es difícil que el MI dé cabida a personas, porque es un Consejo de Iglesias. Eso no quiere decir que al CMI no le preocupe la situación de los cristianos sin iglesia. Este es un fenómeno de la postmodernidad que tiene que ver con que la comunión no sea aceptada por personas que prefieren estar en un movimiento que no les exige nada ni les compromete a nada. Es un movimiento muy minoritario que se da en las iglesias del Primer Mundo. En el Tercer Mundo no ha llegado; allí la pertenencia a las iglesias es muy importante.

A los cristianos abiertos al ecumenismo, incluso comprometidos, tampoco les da cancha alguna desde los despachos eclesiásticos del CMI…
Posiblemente es verdad, pero obedece a las propias estructuras del Consejo. Son las Iglesias las que están representadas; son las Iglesias las que son miembros; y son las Iglesias las que tienen el derecho a elegir a sus representantes. No obstante, pienso que cualquier cristiano que tenga algo que aportar será bienvenido. De hecho, el departamento de Publicaciones del CMI viene publicando libros de autores de muy distintas tendencias que aunque no estén muy vinculadas al movimiento ecuménico, tienen algo que decirle al movimiento ecuménico.

Como miembro también del Comité Organizador del VII Congreso Evangélico Español, se sobreentiende que es a ti a quien sobre el papel corresponde impulsar alguna propuesta ecuménica concreta…
Todavía no está formado el Comité; hay una propuesta de nombres. El VII Congreso Evangélico Español será una actividad ecuménica, por el hecho de ser evangélico y español. Si la mayoría no ve claro que haya impulsos ecuménicos con otros criterios cristianos, yo debo respetar eso.

Medio siglo atrás, en tiempos duros del nacionalcatolicismo, una pintada en la fachada de una iglesia de la capital amenazaba con que “Protestantes, iros [sic] a Inglaterra”. Anglicana -la comunión- y española -la Iglesia de la que eres su obispo-, ¿cómo explicas hoy, gracias a Dios a salvo de asaltos a las iglesias, la aparente contradicción?
No hay ninguna contradicción. El cristianismo tiene una dimensión universal y una dimensión local. Esto es claro en el testimonio de las Sagradas Escrituras. La Iglesia a la que pertenezco es una Iglesia muy española, porque es posiblemente la única Iglesia que no surgió como fruto de misioneros extranjeros, sino que fue fundada por un grupo de españoles que abandonaron la Iglesia Católica y tomaron el modelo de la Iglesia de Inglaterra y ahí es donde se tiene salida la dimensión universal. La propia Comunión Anglicana se define como una Comunión universal que tiene múltiples manifestaciones locales y es muy respetuosa con estas manifestaciones locales de cada Iglesia miembro de esta Comunidad.

¿Hasta cuándo será utópico hablar de una refundación de la Iglesia Evangélica Española que acogiera en su seno al Protestantismo histórico
Yo creo que siempre que ha habido refundaciones en otras partes del mundo ha habido un proceso muy largo de diálogo, de comprensión y de integración. En el Protestantismo español nos falta un poquito más de diálogo, aunque la FEREDE está contribuyendo a este proceso de integración.
¿Y de una en Iglesia Española Reformada Episcopal… Ibérica, que incluyera a Portugal y Gibraltar?
El sueño panibérico es muy antiguo. En política y en religión. José Antonio soñaba con un Estado panibérico con su capital en Lisboa y con la bandera de Cataluña. Esto la gente lo olvida. Pero la realidad es que Portugal ha vivido de espaldas a España mirando al Atlántico, enfatizando su herencia celta, mientras que España ha vivido mirando al Mediterráneo y enfatizando su herencia íbera. Afortunadamente, la Unión Europea ha abierto canales de colaboración entre los Estados de la Península Ibérica, y también entre las Iglesias. Nuestra iglesia en concreto mantiene un diálogo permanente y unos encuentros de planificación, colaboración y acción conjunta con la Iglesia Lusitana de Portugal y con la diócesis de Gibraltar. Vas a ser el primero en publicarlo: yo soy obispo auxiliar de la diócesis de Gibraltar, y el obispo de Gibraltar es obispo auxiliar mío.

De una fecha para llegar a la “unidad visible de los cristianos” entonces, mejor no hablamos, ¿no?
Sí es verdad que existe una profunda división entre los cristianos, Alguien dijo que si el siglo XVI fue el siglo de la Reforma, cinco siglos después, el XXI, podría ser el siglo de la unidad. Por supuesto, hay que afirmar que se han dado muchos pasos hacia la unidad de las Iglesias. Hay muchos diálogos multilaterales entre ortodoxos y protestantes, protestantes y católicos, católicos y ortodoxos. Algunos pasos importantes se han dado. Por ejemplo, este año se cumplen diez de la Comisión Porvoo, en la que se llegó a la comunión plena entre luteranos y anglicanos en Europa, lo que significa que un luterano se convierte automáticamente en miembro de una Iglesia Anglicana, y viceversa. Dos cosas son cruciales en el camino de la unidad: una, que la unidad debe empezar por los son más semejantes y extenderse luego a otros; y dos, que debemos intentar hacer juntos lo que podamos hacer juntos, porque hacerlo por separado es duplicar esfuerzos.

Obispo, muchas gracias por tus declaraciones a teologic@.

Revista teológica@ - Ateneo teológico
Madrid, 14 de marzo de 2006.

* La Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE) y la Iglesia Evangélica Española (IEE).

www.infoecumene.org






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