Confianza: No temáis, creed
El cuarto día del Octavario del año pasado 2020, se nos hablaba de confiar y creer
Hechos 27, 23-26
«Pues anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y sirvo, y me dijo: “No temas, Pablo. Has de comparecer ante el emperador, y Dios te ha concedido también la vida de tus compañeros de navegación”. Por tanto, amigos, cobrad ánimo, pues confío en Dios, y sé que ocurrirá tal como se me ha dicho. Sin duda, iremos a parar a alguna isla».
Salmo 56
Lucas 12, 22-34
Reflexión
En medio de la tempestad el ánimo y la esperanza de Pablo contradecía el miedo y la desesperanza de sus compañeros de viaje. Nuestra vocación común a ser discipulos de Jesucristo conlleva ser signo de contradicción
En un mundo desgarrado por los miedos, somos llamados a permanecer firmes como testigos de esperanza poniendo nuestra confianza en la providencia amorosa de Dios.
La experiencia cristiana nos enseña que Dios escribe recto con renglones torcidos y sabemos que, contra todo pronóstico, no nos ahogaremos ni perderemos, ya que el amor fiel de Dios permanece para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario